domingo, 13 de agosto de 2017

Tras la Presencia de Dios (5° parte)

Tras la Presencia de Dios (5° parte)
Escrito Autóctono

Continuación…


Siglos después ya con la descendencia de Abraham el padre de la fe, el pueblo de Israel posterior a su esclavitud en Egipto es llevado a un lugar en que estaba manifestada la Presencia de Dios como nunca antes la habían visto: en una montaña.
 
La Presencia de Dios en el monte Sinaí
No dice la biblia desde cuando Dios poseyó una montaña, solo que es allí en que se revela a Moisés por medio de una zarza ardiente. Es allí en que le encomienda la liberación del pueblo de Israel de Egipto y es allí a donde tendrá que traerlo para entregarle sus leyes.

El monte Horeb en el SINAÍ conocido también como el monte Sinaí, no hubiese sido una montaña sagrada (Éxodo 3: 1), si no se hubieran mirado los indicios claros sobrenaturales de la Presencia de Dios en ella (Éxodo 19: 16-20). Ninguna persona salvo los que el Señor eligiera y ni aún los animales podían acercarse o tocarla (19: 12 y 13).

Dios les daría su ley en ese lugar y más tarde su Presencia abandonaría la montaña para estar en medio de aquel pueblo, yendo con ellos en una tienda a la que llamarían El Tabernáculo y en él específicamente en un Arca denominada de la Alianza.

El Tabernáculo (La Presencia de Dios en una tienda movible)
Recién habiendo salido de Egipto, los Israelitas llegaron al Monte Sinaí y allí recibieron su ley y la ordenanza de construir el tabernáculo. Este albergaría al Arca de la Alianza la cual en su momento contendría la Presencia de Dios. Los sacerdotes colocarían el Arca de la Alianza dentro del santuario (una tienda dividida en dos partes: el lugar santo y el lugar santísimo) y ya dentro de este último, la Presencia de Dios vendría a llenarla. Sin embargo, el Arca de la Alianza hubiese quedado como un simple cofre hermosamente trabajado y decorado, si la Presencia de Dios no lo hubiese llenado. Ya contenida en ella, la convirtió en una pieza sagrada que no debía manipularse sino por los sacerdotes únicamente.

Continuará…