Tras la Presencia de Dios (5°
parte)
Escrito Autóctono
Continuación…
Siglos después ya con la
descendencia de Abraham el padre de la fe, el pueblo de Israel posterior a su
esclavitud en Egipto es llevado a un lugar en que estaba manifestada la
Presencia de Dios como nunca antes la habían visto: en una montaña.
La
Presencia de Dios en el monte Sinaí
No dice la biblia desde cuando
Dios poseyó una montaña, solo que es allí en que se revela a Moisés por medio
de una zarza ardiente. Es allí en que le encomienda la liberación del pueblo de
Israel de Egipto y es allí a donde tendrá que traerlo para entregarle sus
leyes.
El monte
Horeb en el SINAÍ conocido también como el monte Sinaí, no hubiese sido
una montaña sagrada (Éxodo 3: 1), si no se hubieran
mirado los indicios claros sobrenaturales de la Presencia de Dios en ella (Éxodo
19: 16-20). Ninguna persona salvo los que el Señor eligiera y ni aún
los animales podían acercarse o tocarla (19: 12 y 13).
Dios les daría su ley en ese
lugar y más tarde su Presencia abandonaría la montaña para estar en medio de
aquel pueblo, yendo con ellos en una tienda a la que llamarían El Tabernáculo y
en él específicamente en un Arca denominada de la Alianza.
El
Tabernáculo (La Presencia de Dios en una tienda movible)
Recién habiendo salido de
Egipto, los Israelitas llegaron al Monte Sinaí y allí recibieron su ley y la ordenanza
de construir el tabernáculo. Este albergaría al Arca de la Alianza la cual en
su momento contendría la Presencia de Dios. Los sacerdotes colocarían el Arca
de la Alianza dentro del santuario (una tienda dividida en dos partes: el lugar
santo y el lugar santísimo) y ya dentro de este último, la Presencia de Dios
vendría a llenarla. Sin embargo, el Arca de la Alianza hubiese quedado como un
simple cofre hermosamente trabajado y decorado, si la Presencia de Dios no lo
hubiese llenado. Ya contenida en ella, la convirtió en una pieza sagrada que no
debía manipularse sino por los sacerdotes únicamente.
Continuará…