domingo, 21 de octubre de 2018

Ya que Dios no nos hizo Robots... (1° Parte)


Ya que Dios no nos hizo Robots... (1° Parte)
Escrito Autóctono

Analizando el hecho ciertísimo de que no fuimos creados como máquinas programadas a realizar una labor repetitiva sin más ni más, reflexiono sobre este privilegio -podría decir- de tener por voluntad de quien me creó en mis manos y únicamente en mis manos mi voluntad gracias a la libertad con la que me creó.

Y desde ya comenzamos a ver la grandeza de esa libertad, porque al crearnos con ella inmediatamente se generó una ley por consecuencia; ley que aún Él se obligó a respetar. Ley que definió las condiciones necesarias para que dicha libertad fuese plena y Él, quien tiene el derecho de decidir sobre su creación, consciente de esa ley que se generó automáticamente, no la traspasó para no atropellar la libertad con la que nos hizo. Esto es más grande y maravilloso de simplemente decirlo y más adelante  profundizaremos más.

Esta libertad me convierte en un ser particular y único, sin limitantes para decidir el camino que tenga a bien escoger sin ningún tipo de restricción.

En otras palabras, no solo me da voluntad para decidir lo que quiera, también poseo libertad para hacerlo; al punto de dejarme ir si quiero.

¿Qué quiere decir esto?

Que darme voluntad para que pueda escoger lo que quiera (libre albedrío) pero negarme ejercer mi libertad, sería igual a encerrarme, es decir, tenerme en una prisión. Entonces la tal libertad no sería libertad pues estaría aprisionado sin poder ejercerla.

Así que Dios, no es que me da libertad, me crea con ella. La libertad es inherente a mí y me brinda total posibilidad de usarla sin estorbarme.

Entonces esta es la realidad con la que nos hizo: libres, completa y plenamente. Pero comprendamos la envergadura de esta maravillosa libertad porque analizándolo fríamente, con toda honestidad estábamos muy bien con Dios; plenos, satisfechos, amados, guardados, protegidos, disfrutando de una relación maravillosa con Él, sin estar atados ni siquiera a Él aún sin saberlo. Pero él hizo más que solo crearnos con voluntad y libertad, nos mostró el panorama completo, no nos ocultó nada.

Continuará…