domingo, 21 de abril de 2019

La Voluntad de Dios para mi vida (3° Parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (3° Parte)
Escrito autóctono

Continuación…

La primera y más ampliamente aceptada definición -la posibilidad de una Voluntad de Dios diseñada para cada quien- es la que me invita a reflexionar y por supuesto a hallarle sustento en la Palabra si lo tiene. Por su parte La segunda: en que la Voluntad o Propósito de Dios es un único y poderoso fluir que transita la eternidad e historia humana desde la eternidad y hasta la eternidad, a la cual debe alinearse todo hombre, es la que me parece más acertada.

Sé que en este momento alguien puede replicarme diciendo que sí la ve claramente en la Palabra cuando Dios llamó a algunos para algo que cambiaría sus generaciones. Le digo que no lo pongo en duda, solo que eso no lo demuestra como para que se genere la práctica o el concepto que hoy es tan común.

No me juzgue. Debe leer hasta el final para ubicar la perspectiva de mi punto.

Permítame continuar y procurar ser más preciso.

Pensar que nosotros somos el objetivo de la Voluntad de Dios; que se centra en nosotros, con quienes somos o lo que hacemos, me parece un error.

Es decir, que para que Dios lleve a cabo cualquier plan o propósito que tenga, necesariamente ocupa de nosotros los hombres…; disiento con ello. No creo que esté pensando en asignarnos ciertas tareas para ese fin

Creo más bien que La Voluntad de Dios lo comprende solo a Él, que tiene que ver con Él, con quien es Él y con lo que Él hace y ha pensado hacer, no más. Nuestro papel es asimilarla (porque ya ha sido revelada) y obedecerla. Nada más que eso.

No creo que Dios esté llenando “huequitos” para completar su Voluntad sino que ya el objetivo de ella está definido. Somos nosotros los llamados a adentrarnos en una corriente que ya existe. 

Continuará…