¿Cómo
leer la Biblia? 2° Parte
Escrito
autóctono
Continuación…
¡Qué bueno saber que Dios diseñó su Palabra
de tal forma que nos invita a tomarle el gusto!; nunca pensó que fuese una
simple y fría lectura esquemática como si se tratase de cualquier otro libro
que se lee de principio a fin y se almacena para no volverse a tocar en años o nunca
más.
Para serle sincero, Dios no pretendió que
su Palabra fuese parte de bibliotecas de ninguna especie o que compitiera para
llegar a ser un Best Seller.
Lo que ocurre es que el grosor de quienes compran
o consiguen una biblia, no saben su tratamiento, y terminan por “aburrirse” y
como muchos, mejor la dejan de lado por no entenderla. Esto último no porque la
biblia nos haya sido dada con el fin de trastornar ninguna mente ni sumirnos en
extensos períodos de cansada lectura para comprenderla ni mucho menos
constituirse en un libro solo para unos pocos privilegiados.
Aquellos que hayan terminado mal por el disque
leer la biblia, es porque se enredaron en cosas que no son congruentes ni
consistentes con su mensaje y terminan engañados la mayoría de las veces por terceros.
Así que mucho cuidado con las personas, no con la biblia en sí cuya lectura es totalmente
segura, provechosa y recomendable.
Por cosas como esa, finalmente la Bendita
Palabra de Dios, única que puede comunicarles lo que realmente es importante y vale
en esta vida y en toda la existencia, queda restringida como si fuese algo
peligroso y relegada a uno más de los libros de una estantería o empolvándose
en cualquier rincón o en un caso extremo en el bote de la basura.
Así que mientras muchos se envolvieron en
locuras por las malas influencias de terceros y locos malintencionados que
hasta inventaron sus propias versiones, millones hallan Vida entre las páginas
de la biblia.
…Continuará