domingo, 5 de enero de 2020

La Voluntad de Dios para mi vida (40° y última parte)


La Voluntad de Dios para mi vida (40° y última parte)
Escrito autóctono

Continuación…

¿Cómo tratando este tema en 40 capítulos hasta aquí, colaboramos o aportamos a nuestro asunto que tiene que ver con comunidades de hermanos por las casas a lo que llamamos iglesia en casa o iglesia doméstica?

Yo le digo que muchísimo, más de lo que usted se imagina, pues nos hace primero que todo volver a la Palabra, nos hace salirnos de ideales y procederes que nada tienen que ver con el verdadero objetivo de Dios, nos hace madurar a entendernos dentro de su Voluntad para deleitarnos en ella y no andar buscando o esperando lo que no nos importa.

Nos hace centrarnos en lo importante, en lo que Él dice y dejamos la vagabundería de lado (mucho de lo que aprendimos en los tiempos de nuestra religiosidad). Todo eso aporta a fortalecernos en el Señor y en el Poder de su fuerza y no ser de los tantos que ni saben dónde están parados espere y espere voluntades personales de Dios para sus vidas.

Nos hace ya salirnos de nuestro ego, de pensar que todo el cielo, y los ángeles, y el universo giran a nuestro derredor. Nos permite alinearnos a su Voluntad y vivir en y por ella ahora mismo.

Creo sin temor a equivocarme que pensar en la forma en que siempre habíamos pensado respecto a la Voluntad de Dios, más que ayudarnos, por el contrario nos atrasó y no nos permitió conocer la anchura, la profundidad, la altura y la plenitud de Cristo. Eso sí que cuenta en esto de la Voluntad establecida y eterna de Dios que sigue su curso aunque nosotros en nuestra ignorancia quisimos encerrarla en una forma o creíamos que podríamos encerrarla.

Y eso sí que cuenta en la realidad del compartir este camino del Señor con personas claras en esa Voluntad y que viven día a día deleitándose en ella. De seguro que los hermanos notarán una diferencia bien enmarcada de cómo hablan, caminan, se comportan, viven y muestran a Cristo aquellos que tienen clara la Voluntad del Señor frente a aquellos que todavía siguen buscándola o esperando una personal para sus vidas.

Claro! Será una diferencia abismal.

Quien vive la Voluntad de Dios está a tono con el cielo, la fe son sus ojos, su quehacer las obras de Dios, sus tiempos los de Él.

La vida de “agente secreto” que espera su misión se queda en la fantasía de las películas.

Cierro esta exposición de 40 partes con las Palabras del apóstol Pablo respecto a lo que debemos ser y no seguir la misma vida de siempre: “Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar. 1° Corintios 14: 20


Próxima serie: ¿Cómo leer la biblia?