¿Cómo
leer la Biblia? 8° Parte
Escrito
autóctono
Continuación…
Yo le diría que puede continuar la lectura
del Nuevo Testamento con Santiago (quien fue junto con Judas -no el Iscariote-,
hermanos en la carne de Jesús; así como lo oye, hermanos menores de Cristo, hijos de José y María aunque muchos sigan defendiendo la doctrina de que María
se quedó sin hijos y hasta virgen lo que no la hubiese honrado como mujer
normal judía puesto que no poder tener hijos era más señal de una maldición que
una bendición sin mencionar lo ingrato de la situación para José por cierto. La
biblia no respalda tal doctrina religiosa y humana de la virginidad permanente
de María que ha querido sostener la doctrina Católica Romana y explicar como
que a los primos hermanos se les llamaba hermanos en la carne como costumbre judía.
Realmente no veo eso en los tiempos de Cristo pues al mismo Juan el Bautista
que era su primo en la carne, nunca se le llamó hermano del Señor ni se le dio
esa connotación jamás. Pero sí se ve claramente mencionado en los evangelios a
María y a los hermanos en la carne de Jesús buscándolo mientras desarrollaba su
ministerio e interaccionando con Él en varios pasajes como una familia común y
corriente. De hecho Jesús confió más en Juan su discípulo amado para
encomendarle el cuido de su madre -cosa que como hijo mayor se le permitía
culturalmente hablando decidir-, y no a sus propios hermanos los cuales dice
la biblia que ni creían en Él, y fue posterior a su muerte que ellos creyeron y
llegaron a ser importantes dirigentes de la iglesia años después. Creo personalmente que debieron creer finalmente cuando le miraron resucitado pues claramente supieron de su pasión y muerte.
Así que leer a Santiago, obviamente a Pedro
en sus dos cartas, de nuevo Juan el apóstol en las tres cartas que nos dejó y a
Judas el también hermano en la carne de Jesús, resulta muy reconfortante además
de que son cortas en tamaño. Ojo, todavía no entre a Apocalipsis que es en el
orden de aparición lo que sigue.
A estas alturas, se disfruta tanto la
lectura que algunos la van compaginando con libros del Antiguo Testamento.
Le quiero ser sincero, no es mala idea, sin
embargo no se apure. Mídase usted de manera tal que le sea de provecho y no de
precisa por acabar. En esta vida tan ajetreada, nada es mejor que ir despacio
disfrutando del paisaje. Y eso se cumple muy bien con las Escrituras.
Pero si quiere y puede dedicarle tiempo,
comenzaremos el Antiguo Testamento no desde Génesis sino desde los Salmos en el
caso de las personas mayores de 25 años, y desde Proverbios y Eclesiastés en el
caso de los jóvenes.
…Continuará