domingo, 23 de agosto de 2020

El daño nefando que asesta la mala percepción de la autoridad (Parte 9)

       El daño nefando que asesta la mala percepción de la autoridad (Parte 9)

Continuación…

¿Por qué ahora inclusive pretendemos que debemos conquistar puestos políticos para disque arreglar las cosas, cuando bajo ese sistema de gobierno no hay nada qué hacer?

Si nos “preocupan” cómo lucen las cosas en el mundo, en realidad su sistema no ayuda. Y si realmente queremos un cambio, la Palabra nos dio la forma de tratarlo y es desde el corazón de la gente basado en un testimonio firme y fiel, como nos lo ha enseñado Dios y no pretendiendo puestos políticos.

Los discípulos del Señor, acostumbrados a estar bajo regímenes de autoridad humanos en todo lo que vivían que les resultaba lo más normal y conocido de su existencia (poderosos que se enseñoreaban o esclavizaban a los demás infundiendo miedo; grandes que construían sus reinos sobre las espaldas de los más pequeños; poder y dominio que gobernantes ejercían sobre sus súbditos), mirando cómo funcionaban los sistemas políticos de este mundo y el estatus que producían los puestos jerárquicos de poder, ahora les era revelada una nueva forma de entender la autoridad, (la forma del cielo) en la cual el camino hacia la grandeza estaba hacia abajo, no hacia arriba luchando por posiciones más dignas. En otras palabras, estaba en el servir, no en amasar servidores.

Qué importante esto, porque requiere entrega y sacrificio no para beneficio propio sino por los demás y eso es la esencia del amor y la estrategia del cielo.

Cristo deja claro aquí que sus seguidores no funcionarían como las jerarquías terrenales. Cierra la puerta contundentemente y en definitiva a esas formas que de por sí no son las celestiales.

No hay que ser un gran erudito de las Escrituras para comprender lo que se ve a simple vista.

La iglesia, su casa, que vendría a generarse luego, tenía ya la forma de gobierno definida y nada tenía que ver con los sistemas de este mundo.

Si leemos su historia en Hechos, el comportamiento de quienes fueron sus líderes y la doctrina de su funcionamiento en todos los escritos de Pablo equiparado ahora desde la comprensión de este principio de autoridad y gobierno establecido por Cristo, entonces todo adquiere sentido. Está tan presente y tan claro que no hay donde perderse y esto nos permite comprender mucho más de otras cosas también.

Continuará…