domingo, 8 de noviembre de 2020

La Dinámica del Perdón (3° parte)

La Dinámica del Perdón (3° parte)

Continuación…

El Ofensor

Mateo 5: 23 "Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti," (esto es porque le ofendiste por algo que hiciste), la recomendación es: 24 "deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda."

Evidentemente este proceder está muy dentro del contexto judío y de la forma en que presentaban diferentes ofrendas en el altar del templo según sus tradiciones y vivencias religiosas. El trasfondo de la enseñanza es que para Dios entre cumplir con una ofrenda y la reconciliación con tu hermano, esto último es trascendental para que lo primero tenga propósito. Conste que no es una licencia para no ofrendar.

Ahora como decíamos, no se trata de pedir perdón al prójimo, eso no es bíblico. Eso más bien es como cobrar cuando se debe, porque pedir perdón es encima como sumarle al ofendido una responsabilidad siendo que nosotros fuimos los que arruinamos la relación. Por eso es que la Palabra no lo plantea así. Pedir perdón es decirle a la persona que ofendiste que además tras de que la ofendiste, proceda a perdonarte recordándole su “obligación”. Y no estás en posición de pedirle nada a quien le debes evidentemente.

Cuando hemos procedido de mala manera con alguien, lo que hemos hecho en realidad es romper algo preciado para esa persona como la paz, la confianza, o su tranquilidad. Lo que el Señor espera de nosotros es que seamos sensibles, que nos permitamos naturalmente ese sentimiento de pena no solo por el hecho de sentirnos mal sino para proceder al arrepentimiento -lo que sí es bíblico según veremos adelante- pero llevando el proceso a término, no ignorándolo, ni dejándolo a medias. ¿Cómo?

Subrayo en el pasaje “anda” es decir es una acción que la Palabra está pidiendo del ofensor; debe moverse, proceder a hablar de corazón con el hermano afectado expresándole el dolor que le significa el hecho de que la relación se halla roto por su causa.

Más fácil leerlo que hacerlo; y por lo visto, en la mayoría de los casos ni se le presta atención ni importancia.

Continuará…