domingo, 22 de noviembre de 2020

La Dinámica del Perdón (5° parte)

La Dinámica del Perdón (5° parte)

Continuación…

Ahora bien, este entablar de nuevo la relación definitivamente requiere primero una actitud de humildad y reconocimiento de un error y por supuesto un arrepentimiento sincero que presenta necesariamente una disculpa genuina de corazón, dolido por el daño provocado y hace lo que sea necesario para volver las cosas a la normalidad, inclusive pagar de más.

Claro, esto es posible solo si existe amor, verdadero amor. No se trata de una simplicidad. Eso ya es más que solo decir el trillado y hueco " hermano perdóname" que realmente no hace nada ni está interesado en mover un dedo a favor de reparar una relación.

La Palabra nos insiste “…Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres” (Romanos 12: 18). ¡Qué importante mandamiento!

Un breve texto que comparto a continuación, puede servirle de guía en cómo debería expresar su pena a un hermano al que ofendió según este espíritu que nos indica la Palabra:

"Hermano, siento mucho haberte ofendido. Tengo un profundo dolor por mi comportamiento contigo y realmente me arrepiento de haberte dañado. Quiero expresarte mi amor sincero y estoy dispuesto a reparar cualquier daño que haya provocado con tal de que se restablezca nuestra comunión".

Y verdaderamente si existe algo que pueda hacer para reparar el daño, debe proceder rápidamente, y muy naturalmente debe considerar hacer algo más que sea bueno para el hermano.

Si hay amor verdadero en ambos corazones, se logra una reconciliación genuina y la sanidad en la relación porque la Palabra dice que el amor es el vínculo perfecto. (Colosenses 3: 14) Pero también hay otro vínculo importante que es restablecido, el de la paz (Efesios 4: 3)

Creo que la sabiduría de la Palabra es tal que no la hemos comprendido en toda su extensión, cuando nos propone resarcir más de lo que se ha dañado aún. El caso es que si usted repara el daño únicamente, aunque hay perdón queda en el ambiente un sentimiento de mejor tenerle cuidado y quizá tratarlo lo menos posible. Pero si usted hizo más, entonces en el corazón del hermano lo que queda es satisfacción, porque hasta sentirá que volver por si acaso a ser ofendido por usted es ganancioso para él. Piénselo.

¿Cuál es la mejor muestra de la sanidad de una relación? Que puedes seguir tratando con aquella persona como con otra con quien nunca hayas tenido una diferencia, y quizá hasta mejor porque ya tuvieron la oportunidad de conocerse más cercanamente.

Continuará…