domingo, 7 de marzo de 2021

La Radicalidad (1° parte)

La Radicalidad (1° parte)

Escrito autóctono


¿Cómo creer?

Desde tiempos memoriales ha habido preguntas y polémicas.

Mucho antes del nacimiento del Salvador, en Israel existían diferentes grupos que intentaban obedecer los mandamientos de Dios y mantener cierta pureza de vida. Algunos como los Esenios, se apartaban en fraternidades para formar comunidades individuales, alejadas del centro mismo de la religión en Jerusalén. Otros tomaban tintes políticos y partidistas.

En realidad nunca hubo unificación o una sola forma de conocer lo referente a Dios aún en el mismo pueblo que recibió sus leyes. Este es el escenario en que aparece Cristo hace 2000 años.

Desde su manifestación misma a la edad de 30 años, habían seguidores de maestros (rabis) que discipulaban personas en torno a sus interpretaciones propias de las Escrituras. El mismo Juan el Bautista (primo en la carne del Señor y su precursor), quien mantenía un conocimiento bastante bien delineado acerca de Dios, formó discípulos que inclusive no se juntaban con los del Señor, ni los del Señor se mezclaban con ellos. Tampoco vemos al Señor intentando acapararlos para sí en su ministerio terrenal.

Así que los conceptos acerca del conocimiento de Dios estuvieron esparcidos por aquí y por allá.

Paralelamente a la aparición de la iglesia en pentecostés, ya desde sus primeros años, hubo polémica sobre asuntos de circuncisión y costumbres mosaicas, producto de la conversión de líderes de la religión judía al cristianismo según nos relata Hechos 15, cosa con la que tuvieron que lidiar los primeros creyentes, principalmente cuando comenzó la conversión de gentiles.

Continuará…