Las “tres partes” del hombre 5° Parte
Continuación…
Interesantemente
note como la Palabra al decir que estábamos muertos en delitos y pecados (que
veremos más adelante) es precisamente la muerte instantánea que se dio en el
hombre cuando pecó en Edén al principio, pero esta no tiene relación con las
dos muertes que sí experimentará el hombre en sí mismo (la del cuerpo que
habita y la del alma si se pierde por siempre) que son las dos muertes de las
que habla la Palabra que conciernen al hombre propiamente.
¿Por qué la del espíritu no está contabilizada como muerte del hombre entonces? Porque la del espíritu es inconexión o separación de Dios, que a todas luces le afecta en la funcionalidad integral que el humano necesita. Y como el espíritu no es el hombre por eso la Palabra no la incluye como muerte específica de él. Para Dios esa disfuncionalidad espiritual es una especie de separación igualmente que sufre el ser humano de la Vida y por lo tanto es una forma de muerte, aunque el hombre continúe viviendo. Adán no murió físicamente, pero en definitiva “murió” espiritualmente al pecar.
Comprendiendo esto, es simple concluir que no somos ni el cuerpo el cual es un “estuche” en el que vivimos, ni el espíritu el cual nos fue dado por Dios.
Entonces por deducción lógica somos el alma. Note una clave importante que nos brinda la Palabra: el Señor no vino a salvar espíritus ni cuerpos, ¡vino a salvar almas! (Lucas 9: 56; 1° Pedro 1: 9; Santiago 1: 21)
El alma entonces es el hombre mismo quien habita un cuerpo temporal físico que miramos. El alma es la esencia que le hace un individuo en este mundo, su ser o “yo” verdadero, su identidad.
Si hacemos un gráfico del hombre y encerramos en un círculo al cuerpo, el alma y el espíritu, muchos procederán a decir contundentemente: “he aquí al hombre, según la biblia”.
Pero por lo visto lo único que debería estar encerrado en ese círculo es el alma; el espíritu y el cuerpo quedarían como las “herramientas” que Dios le concedió para: 1- el espíritu: tener vida (funcionalidad en este ámbito al 100%) y relacionarse con el ámbito espiritual; 2- el cuerpo: relacionarse con este mundo (ámbito material) y los demás.
Continuará…