domingo, 9 de enero de 2022

Las “tres partes” del hombre 16° Parte

Las “tres partes” del hombre  16° Parte

Continuación…

Un espíritu totalmente habilitado por el Poder de Dios es un espíritu capaz de brindar al hombre la apertura para recibir toda clase de bendiciones que Dios tiene las cuales significan las riquezas de Cristo mencionadas en la Palabra (riquezas espirituales - riquezas es igual a posesiones) dispuestas para él, por lo que también nos debe preocupar su salud. De allí que la Palabra nos manda a guardar nuestros espíritus "irreprensibles" es decir en buena relación con el Santo Espíritu de Dios (1° Tes. 5: 23).

El apóstol Pablo lo describe como un “depósito” reservado o guardado para aquel día… (2° Tim. 1: 12)

Este depósito es su espíritu el cual ha sido cultivado a lo largo de su experiencia de vida en Cristo que volverá al Padre enriquecido por dicha experiencia… (recuerda lo que el Señor encomendó en las manos de Dios en la cruz (Lucas 23: 46) y también lo hizo Esteban cuando era martirizado (Hechos 7: 59).

Así que nuestro espíritu es una especie de receptáculo o cofre donde guardamos toda la riqueza que recibimos y buenas obras que hacemos y la multiplicamos para devolverla al Padre enriquecida. Lea la Parábola de los talentos (Mateo 25: 15-30).

Hay quienes saben la importancia de esto como lo dice Romanos 2: 7 vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad; 1° Tim. 6: 17-19 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna”; Mateo 6: 19-21 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”.

Continuará…