Las “tres partes” del hombre 17° Parte
Continuación…
¿Será que este mismo espíritu enriquecido y mejor nos
será dado para la eternidad?
Aquí es donde Hebreos 12: 22 y 23,
adquiere un sentido especial (“sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la
ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares
de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en
los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos
hechos perfectos,”) note “espíritus hechos perfectos” o lo que es
lo mismo “espíritus perfeccionados”; y más contundente 2° Corintios 4: 17
(“excelente y eterno peso de gloria”) y 1ª Corintios 15: 44: “Se siembra cuerpo animal,
resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual.”
Es decir, un sembrar en esta vida para que resucite algo mucho mejor.
Pero y por cierto algo a resaltar…; en ninguno de
estos pasajes se expresa que nos convertiremos en espíritus cosa que ampliaré
adelante.
Podemos notar entonces que todo cuánto contribuyamos a
las cosas espirituales en esta tierra, repercutirá positivamente en nuestro
espíritu para la eternidad. Eso es claro.
Entender que nuestro
espíritu es la herramienta que nos dio Dios para relacionarnos con el ámbito
espiritual, nos hace percibir al espíritu como el medio que nuestro
subconsciente (más profundo que el consciente) usa para que tengamos
experiencias espirituales y seamos totalmente conscientes de esa realidad
invisible. No hay nada de extraño ni místico en ello, pues la biblia dice que
el Espíritu de Dios conoce lo profundo de Dios y en el hombre sucede igual
llamado también profundidad (Salmo 64: 6; 130: 1; Prov. 20: 27; 1° Cor.
2: 10 y 11).
La palabra dice
que las profundidades se comunican. La biblia les llama abismos (Salmo
42: 7 "un abismo llama a otro abismo…”) y se refiere a esa
comunicación que existe del Espíritu de Dios con el espíritu del hombre.
Observe ese proceso en el siguiente pasaje: Rom. 8: 16: “el Espíritu de Dios da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios”.
Continuará…