domingo, 5 de junio de 2022

Las “tres partes” del hombre 37° Parte

Las “tres partes” del hombre 37° Parte

Continuación…

La única forma de volver totalmente funcional al espíritu es cuando es vivificado por medio de Cristo quien es el único que lo puede hacer (1ª Corintios 15: 45). Y como el postrer Adán (Cristo) fue hecho espíritu vivificante, es porque tiene la capacidad de compartir y devolver la vida. Ser vivificador significa que reanima o vigoriza; en otras palabras, Cristo completa nuestro espíritu, le devuelve lo que le faltaba. 

La muerte también ha sido incomprendida en muchos sectores definiéndola como un cese total de funciones o inclusive como la ausencia de vida.

Ahora bien, si el alma del hombre muriera bajo el concepto de cese total de funciones del alma o la ausencia de vida, con su muerte el hombre quedaría inerte, no habría ninguna experiencia de existencia luego de morir. Quedaríamos totalmente en un vacío inconsciente en donde nada sabríamos de nada ni de aquí ni de allá. Algunas doctrinas de engaño insisten en que esto es lo que le ocurre al hombre cuando muere, engaño que por cierto se han tragado muchos.

Más la Palabra no plantea esa posibilidad, muy por el contrario, nos da suficiente información que ya hemos esbozado de actividad luego de salir del cuerpo. Le pasó a Moisés después de morir físicamente apareciendo dos mil años después de su tiempo en la transfiguración con Jesús en aquel Monte.

Le pasó a Abraham hablando con el rico en el Hades y por supuesto al mismo rico y a Lázaro sin mencionar además a aquellos que estaban alrededor, según ya vimos en lo que nos relató el Señor.

Les pasó a tantos antiguos a los que el Señor bajó a rescatar liberando la cautividad (Efesios 4: 8). Le pasó al mismo Señor luego de encomendar su espíritu en la cruz y Él estuvo vivo y activo cumpliendo parte de su obra mientras su carne estuvo tres días muerta en una tumba.

La muerte física no representa un cese total de actividad para el hombre (el alma). El salmo dice: “Él nos guiará aún después de la muerte” (Salmo 48: 14) ¿puede alguien ser guiado por otro si no está consciente, no sabe, no siente, ni percibe nada? Es obvio que no está hablando de una acción del cuerpo porque éste yace inactivo en el sepulcro en proceso de descomposición para convertirse en polvo. 

Continuará…