Las “tres partes” del hombre 43° Parte
Continuación…
Digo todo esto no
como una fábula, escudriñe las características del cuerpo que tuvo Cristo el
Señor al resucitar y comprenderá el fundamento de lo que estoy diciendo.
Al Señor sus discípulos ciertamente no le reconocían después de resucitar, su cuerpo mostraba las señas y orificios que le habían ocasionado los clavos y la lanza con que le atravesaron cuando le crucificaron, pero ellos supieron en definitiva que era Él hasta posteriormente. Dicho cuerpo tenía la capacidad de materializarse o desaparecer, podía atravesar paredes, podía comer, y aún ser tocado, no era una figura espectral ni nada por el estilo, en fin, creo que tanta información que nos aporta la Palabra de Dios respecto a este cuerpo nos brinda una guía para comprender cómo será el cuerpo que también tendremos.
De algo puede estar seguro, percibirá, sentirá, pero en el caso del cuerpo glorificado de los creyentes, estará exento de dolor, cansancio, sueño, hambre, etc. No será carne como esta carne, ni sangre como la que tenemos en este cuerpo actual, será un cuerpo adaptado para la eternidad.
¿Qué forma -si pudiéramos bíblicamente establecer una- tiene el espíritu?
Siendo aliento de Dios no parece tener una forma al menos comprensible para nosotros. Jamás pienso en el espíritu como que fuese semejante a un vapor ni mucho menos una especie de campo magnético pues la biblia le da características de sentimientos como los tenemos los seres humanos. Puede entristecerse, agobiarse, alegrarse, estremecerse, conmoverse y mucho más.
Continuará…