domingo, 3 de julio de 2022

Las “tres partes” del hombre 41° Parte

Las “tres partes” del hombre 41° Parte

Continuación…

¡Qué confusión indescriptible será para ellos pensar que les resucitaron porque ya habían purgado sus maldades en el sufrimiento en que se encontraban experimentando en el Hades o infierno y verse de pronto ante el Dios que negaron para recibir su condena definitiva! ¡Horrible realidad!

Parece que jamás lo entenderán. Continuarán en confusión eterna. Imagino a muchos con religiones mentirosas y guías espirituales engañosos que les prometieron sin número de cosas maravillosas -según ellos- entre placeres y siendo quizá dioses… y miren donde terminaron.

Resumo, cuando el hombre muere, su cuerpo “dormirá” en el polvo de la tierra. Este dormir significa cesar toda acción o actividad en este mundo (muy similar a cuando dormimos, solo que estamos vivos en el cuerpo cuando lo hacemos); su alma que es él, viva irá a una de dos antesalas (o para los salvos o para los perdidos); y su espíritu que no era él ni de su propiedad, volverá a Dios que lo dio.

Cualquiera de las muertes que experimente el hombre, tiene el mismo efecto. Se trata de la separación de la vida. Ninguna define dejar de existir. Eso no existe para nadie.

En este mundo, el espíritu separado de la Vida por causa del pecado, permanecerá dentro del hombre inhabilitado mientras este vive, permitiéndole únicamente al hombre ser un ser vivo. Cuando muere aquí, el espíritu regresa a Dios. El alma por su parte, que había permanecido viva dentro del hombre toda su vida en esta dimensión, continúa viva después de que abandona el cuerpo y seguirá viva experimentando la destrucción por siempre en su condenación eterna  (Lucas 12: 4 y 5). Este pasaje es sumamente revelador.

De nuevo, esta destrucción del alma no se refiere bajo ninguna forma a desaparición o desintegración, sino su acabose final separada por siempre de quien fuera su fuente y sostén, Dios.

Continuará…