domingo, 16 de octubre de 2022

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 3° Parte

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 3° Parte

Continuación…

Quizá usted reaccione en forma molesta con esto que le digo. ¿Cómo voy a concluir eso acerca de Dios, cuando su Palabra bien declara que el que a Él viene, no le echa afuera y Él quiere que todos procedan al arrepentimiento? Por sobre todo -me dirá usted-, debemos predicar y traer a los pies de Cristo a todos cuántos podamos.

Le quiero resaltar algo… es cierto que no podemos cerrarle la puerta a nadie, pero la idea de la Palabra va más allá de campañas, actividades o días de cultos evangelísticos preparados para ganar incrédulos.

La reunión de hermanos según la sana doctrina neotestamentaria, no está para ese fin.

Si lo lee sin prejuicios en la biblia, verá que lo que le digo es cierto. Lo que sí vemos como un hecho, es que la predicación para una “pesca de almas”, se hacía de otra manera y en otros espacios, nunca en reuniones de edificación de los creyentes que era solo para creyentes y para la mutua edificación entre ellos, algo que por cierto los extraños no entenderían.

Nunca vemos a los evangelistas bíblicos en Campañas-cultos para que las comunidades cristianas se reunieran en una especie de celebración callejera para que los incrédulos oyeran el evangelio. Tampoco organizando un evento masivo y ofreciéndolo como si se tratase de la llegada al lugar de un circo o show a fin de crear interés alrededor de él. Más bien una especie de anuncio a favor, incomodó sobremanera al apóstol Pablo (Hechos 16: 17 y 18)

Los creyentes compartían el mensaje de salvación en cualquier lugar al que llegaran. En media calle, en el campo, en algún foro, en las sinagogas, a las orillas de algún río, entre las montañas, en el bosque, en las plazas, en los anfiteatros cónicos, en el camino, en un barco, en la playa, y por cierto en casas de no creyentes que querían escucharles. En los lugares más inverosímiles, allí hablaban y el Señor operaba en los corazones dispuestos por su voluntad.

Continuará…