domingo, 18 de diciembre de 2022

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 12° Parte

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 12° Parte

Continuación…

Está demostrado de sobra en la Palabra a lo que vino el Señor. No a que nos enamoráramos de Él, sino con la importantísima misión de sernos solución. Ese es el mensaje del evangelio y lo que estaba en el corazón del Padre (Juan 3: 16).

Por tan importante motivo, Cristo no se auto promociona, sino que señala a su Padre quien le encomendó dicha misión. Lea objetivamente los siguientes pasajes:

El dijo:

“Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra”. Juan 4:34

“Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió” Juan 7: 16

“El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia” Juan 7: 18

“No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre. Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Otro es el que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero”. Juan 5: 30-32

“Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió” Juan 12: 44

“Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.  Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho”. Juan 12: 49 y 50

¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. Juan 14: 10

“Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades. Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba”. Lucas 5: 15 y 16

Entonces el interés del Señor no fue que pusiéramos nuestra vista en Él desde la perspectiva de la fama como pidiendo que todas las “luces” lo señalaran. Mucho menos interesado en que la gente viera sus señales y por ello creyeran y lo siguieran. La verdad es que multitudes vieron sus milagros y se maravillaban, pero eso no producía arrepentimiento en ellos. A lo sumo querían ver qué más grandioso podía hacer, como si Él hubiese venido a lucirse y llamar la atención presentando un show de milagros. ¿Me explico?

Continuará…