domingo, 7 de mayo de 2023

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 32° Parte

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 32° Parte

Continuación…

9- ¿Es el templo físico un santuario santo?

Por todo lo visto hasta aquí, por supuesto que no. Ni templo, ni santuario, ni santo. Solo un edificio físico como cualquier inmueble edificado, que puede servir para que se reúnan los creyentes como cualquier otro edificio o lugar, sin hacer de él nada especial. Esto último debería estar muy claro en el corazón y la mente de las personas, pero la religiosidad ha hecho que eso no pueda ser. Se les ha asignado a ellos y a todo lo que en ellos hay y se hace, un mote santo y un respeto reverente que verdaderamente no merecen.

Veredicto: Producto de lo que los hombres hemos hecho y no Dios. No nos conciernen.

 

10- Cuando valla a la casa de Dios debe vestirse de la mejor manera.

Es una costumbre religiosa, una tradición de hombres que se ha santificado y se respeta como si fuese de Dios quien lo hubiese ordenado, lo cual no tiene ninguna base bíblica.

Lo que hemos de entender es que si normalmente dedicamos tiempo y dinero para lucir de la mejor forma para cualquier reunión que hagamos fuera de lo que concierne a la iglesia, pues no deberíamos de ser unos descuidados para juntarnos con los hermanos creyentes. No acudiremos a una reunión de los santos, maltrechos, sudados, sin bañarnos, con ropas sucias y malolientes, deshaciados. Por sentido común, no lo hacemos. Vamos de buena manera por consideración y amor para con ellos y no por nada de santificación de un sitio en que nos reunamos, pues eso no existe.

Tampoco porque Dios nos reciba de mejor forma si vestimos de cual o tal forma. Eso a Él no le interesa. Recordemos que Dios mira el corazón, no lo de afuera. Debemos ser centrados y maduros en nuestra forma de pensar y por supuesto vestir con decoro y pudor.

Veredicto: No hay nada en la Palabra acerca de vestir de cierta forma físicamente hablando para ir a un sitio santificado en nuestros tiempos.

Continuará…