domingo, 5 de noviembre de 2023

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 58° Parte

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 58° Parte

Continuación…

El caso no es si hay gente que te condene o no por tus pecados, es más bien cómo te sientes con ellos. Allí está la clave. Si eres de Dios sabrás que debes arreglar tu situación pues el que no lo es, cree que nada debe y sigue viviendo igual de mal.

Allí se hace la diferencia de cuando un pecado es de muerte o no. Su gravedad, sin duda, pero el tiempo en que se le permite dañar más y más o bien, se le da la atención debida para cortarlo de raíz. Similar al cáncer que va carcomiendo hasta que el daño es irreversible o conociéndose a tiempo es tratado y se puede superar a pesar de haber estado presente.

 

Veredicto: Debemos ser sensibles al Espíritu de Dios y ser como David. Él pidió al Señor que le examinara, pues consiente de él mismo podía perfectamente mantener pecados en su vida que no estaba notando. ¡Qué buena petición! Sea nuestra oración permanente.

 

26- El cristiano puede pecar todo lo que quiera ya que es el cuerpo el que peca y no su espíritu que está siempre salvo.

Esto lamentablemente es doctrina engañosa -y lo digo con la dureza que merece- pues en muchos movimientos modernos los cristianos se han tragado esa farsa. Representa una mentira vestida de aparente verdad lo que en realidad es muy peligroso.

La biblia no me enseña eso de tal forma. Lo que me muestra más bien es que debo vivir en santidad (Hebreos 12: 14); que debo tratar mi pecado (1° Juan 1: 9; 2: 1); que debo caminar en este mundo como el Señor anduvo (1° Juan 2: 6), que debo mantener mi espíritu, alma y cuerpo irreprensibles (1° Tes. 5: 23)

No imagino al apóstol Pablo o Pedro pecando como si la gracia les hubiese otorgado licencia para hacerlo; no imagino a los hermanos del primer siglo pecando adrede y testificando de una nueva vida en Cristo; no imagino a Cristo el Señor pecando jamás o abriéndonos las puertas para que lo hiciéramos sin llevar ninguna responsabilidad por ello. ¡Por favor!

Continuará…