domingo, 19 de noviembre de 2023

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 60° Parte

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 60° Parte

Continuación…

El espíritu no es usted, ni es suyo, y por cierto no necesita salvación porque no hay redención ni perdición del espíritu que habitó en el hombre. No encontrará en la Palabra nada acerca de salvación o condenación del espíritu que Dios puso en usted, pues como ya dijimos Cristo vino a salvar almas y solo eso. Ni cuerpos, ni espíritus de nadie. 

El destino del espíritu está bien definido en la Palabra y es que volverá a Dios una vez que sale de nuestro cuerpo cuando morimos. Insisto, no crea que es una parte de usted que regresa a Dios porque el espíritu no es usted, ni nunca lo fue, ni le pertenece. Como ya lo hemos visto, el que tengamos espíritu (que nos dio Dios) y vivamos en un cuerpo (que hizo Dios) no nos hace seres tripartitos. Somos unipartitos, somos únicamente nuestra alma. No se trague la errónea enseñanza de que Dios -al hacernos a su imagen y semejanza- nos hizo en tres partes así como se le ha asimilado como trino Dios.

La biblia nos enseña que la funcionalidad del espíritu es la que se puede ver afectada por causa de la decisión muy nuestra de pecar. En 2° Corintios 7: 1 nos dice que nosotros somos los encargados de limpiar de suciedad (contaminación) la carne y el espíritu para perfeccionar la santidad ya que al alma la única que puede limpiarla es la sangre de Cristo. Significa entonces que nosotros somos los que decidimos no seguir pecando y esto hace que la carne vaya muriendo y que el espíritu se pueda desarrollar plenamente en nosotros. Dicha limpieza tanto de la carne como del espíritu no se refiere para nada ni tiene que ver con la obra de Cristo para salvación lo cual beneficia únicamente al alma (usted y yo).

Veredicto: Su espíritu no llevará su pecado, lo llevará usted. Su cuerpo jamás será responsable por su pecado, lo será usted y debe arrepentirse y convertirse a Dios para ser lavado por la sangre de Cristo, de lo contrario está muerto en sus pecados y expuesto a la muerte eterna.

 

27- Existe la mentira blanca?

Quizá pensará que hay un manual de doctrinas evangélicas en las que están anotadas estas cosas pero la verdad es que no lo hay.

¿Por qué entonces están contempladas aquí?

Continuará…