domingo, 18 de febrero de 2024

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 73° Parte

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 73° Parte

Continuación…

No resalta en ninguna parte en este pasaje un bautismo de lenguas en nadie. No lo hubo.

Lo que sí se ve claramente es gente (tanto judíos como gentiles) creyendo y con la llegada de Bernabé que es un enviado (apóstol) por parte de Jerusalén, se nos dice que una gran multitud fue agregada al Señor.

Aquellos hermanos ya habían creído, tan solo faltaba la presencia apostólica de alguien lleno del Espíritu para que ellos fuesen añadidos. Allí comenzó la iglesia de ese lugar. Allí es donde Bernabé trae a Saulo (ya convertido) para crecer en vida de iglesia.

Con el tiempo, en esta iglesia Dios levanta maestros y profetas entre los cuales se nombra a Bernabé y Saulo y Dios los llama al ministerio apostólico para predicar y sembrar iglesias en diferentes regiones.

Ahora es de notarse aquí, lo cual no es tampoco un detalle menor que el propósito de Dios es que ya se conformen iglesias en los sitios donde se predique el evangelio y no que se tenga que estar enviando apóstoles llenos del Espíritu posteriormente para que quienes creyesen recibieran al Espíritu y pudiera establecerse iglesias. Recordemos que por mano apostólica era dado el Espíritu comúnmente.

No se trataba de que cualquiera predicara en cualquier parte y listo. Dios tenía el plan que de una vez nacieran iglesias por medio del Espíritu Santo que es la vida de ellas. Estos apóstoles las dejarían cimentadas de una vez pues se quedarían enseñando a los hermanos allí en los sitios un tiempo prudencial y luego se irían a otra región a repetir el proceso.

Digo todo esto pues es necesario comprender cómo se estaban dando las cosas en ese tiempo en que en muchos de los lugares a que llegaban los apóstoles, ya se había predicado el evangelio por quienes habían huido en la persecución, pero no se habían conformado iglesias entre quienes habían creído.

Continuará…