domingo, 14 de abril de 2024

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 81° Parte

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 81° Parte

Continuación…

Claro que unos y otros son culpables de cómo se degrada el evangelio frente a los inconversos y el Nombre del Señor es vituperado. Ay de ellos, todos.

Pero a la verdad, aunque el lector no lo crea, no me interesa lo que pasa dentro de la iglesia tradicional evangélica que se convirtió en un sistema podrido manejado por hombres -lamento decir-, y aunque sé de gente que procura cuidarse y volver a la Palabra allí dentro, me entristece los muchos creyentes que continúan en esa figura religiosa y que sufren las penas de esos pésimos testimonios. Muchos conscientemente y otros como durmiendo el sueño de los justos.

Pero me pregunto... ¿por qué siguen allí? Hace mucho debían haber salido de esas maquinarias insanas. Por ellos sí que pido a Dios para que sean liberados de esa lamentable dependencia religiosa. Pero el sistema no me interesa en lo absoluto.

La realidad es que si vivieran iglesia como enseña claramente la Palabra, primero en la iglesia de la Palabra no hay líderes manipuladores ni se incentiva a ello. Aquel que es llamado por el Espíritu Santo a servir a sus hermanos, comprende que es ser humano y si en algún momento procede de forma indebida, hay un cuerpo de creyentes que le están supervisando y hay otros hermanos que igualmente que él, fueron llamados a servir a la grey que le cuidan con amor, pero también con seriedad.

Tenemos en nuestro blog y le invito a buscarlos, estudios detallados sobre cómo funciona la casa del Señor según el Nuevo Testamento en donde tratamos el tema de los siervos del Señor y su comportamiento digno.

Aquellos que no se comporten a la altura según las normativas que da la Palabra, se exponen a ser corregidos con la dureza que eso amerita. Y es que es tan fácil notarlo en la vida de Comunidad que plantea la Palabra, que difícilmente alguien opera mal y queda impune. Se les enseña a los hermanos a respetar y honrar a aquellos que el Espíritu Santo señala como servidores, pero jamás a ponerlos en un pedestal y que sean intocables. Se les enseña a estar muy atentos a su comportamiento.

Continuará…