domingo, 30 de marzo de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 131

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 131

Continuación...

Es necesario padecer para ser perfeccionado, no hay otro camino.

Dios no nos evita estas cosas porque es lo mejor para nosotros. La fidelidad es el tesoro que se obtiene en medio de la tribulación, no está en otra parte.

Por ello cuando llega el dinero no nos mueve ni nos inmuta. Podemos manejarlo a él y no él a nosotros porque ya sabemos lo valioso no por información sino por experiencia.

Correr hacia las riquezas no es sabio, es verdaderamente un peligro. Curte nuestro corazón. No contamos con la capacidad porque no hemos sido procesados.

Se ha demostrado que los dineros obtenidos de forma abundante de un momento a otro no hacen más que empobrecer a quienes lo obtienen de esa forma porque los enloquece y al faltar, el estado subsiguiente es mucho peor que antes.

Así que sepamos confiar en Dios en todas las cosas, que tenerlo a Él es tenerlo todo, y no tenerlo es ser verdaderamente miserable.

Cuando hay necesidad, Dios usa personas y situaciones para proveer esas necesidades, y aprendemos a ser usados por Él cuando tenemos el recurso. Ese es el sentido bíblicamente hablando de cuando hay dinero.

Acapararlo en ninguna forma es funcional y esclaviza.  De nuevo, el dinero es para usarse y para ponerse a trabajar, porque al guardarse, se pudre. De allí que el poder de las riquezas sanas está más en la inteligencia que en algo místico como ya mencionamos o inclusive espiritualoide. Dios da la inteligencia al que la necesita dice la Palabra.


Veredicto: no crea a las mentiras y no se deje manipular por inescrupulosos que lo ven como mercancía.


Continuará…

domingo, 23 de marzo de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 130

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 130

Continuación...

Debemos entender que el dinero como tal no es malo, es un medio como muchos otros, pero la Palabra aclara que el amor al él es lo que hace daño. Sin embargo, muchos líderes están enamorados de las riquezas, huyen de la necesidad como si fuera una maldición del diablo y solo desean la comodidad. Mantener sus billeteras al máximo a costa de los creyentes para darse todos los gustos y lujos que su corazón les pida.

Para ellos eso es la bendición, más la biblia no dice por ninguna parte que el carecer de bienes sea maldición, sino situaciones que muchas veces debemos afrontar para conocer en carne propia la provisión de Dios. Cristo mismo el Señor tomó la condición de hombre dejando lo sublime de su Gloria y eso representaba aún experimentar la necesidad. Eso no le significó pecado ni maldición porque la vida abundante estaba en él. Contaba con las riquezas de Dios en este mundo en todo momento de su experiencia terrenal aún en la necesidad.

La verdad, tener dinero no quiere decir estar exento de necesidad. El dinero tan solo aporta para lo material, pero es inútil para lo realmente valioso.

Aquí es donde se pierden muchos pensando en el dinero como quien le resuelve todos sus problemas. Allí es donde se cree a la mentira del diablo y se doblan las rodillas ante el dios de las riquezas. Entonces se cae en el pecado de la avaricia y la idolatría.

Pablo es otro ejemplo de que la necesidad no es satánica, y la afrontó aferrado a Dios.

Dios usa la necesidad para glorificarse en nosotros mostrándonos sus riquezas. Dios usa la debilidad e incomodidades que podamos tener para perfeccionar su Poder en nosotros.

No hay que reprenderlas, hay que pasar continuamente por ellas para conocer y experimentar la confianza en Él. Solo así crecemos. Solo así maduramos. En medio de las necesidades vemos su Gracia, sus milagros, su Presencia. Nos rendimos a Él. Nuestro espíritu es enriquecido.

Continuará…


domingo, 16 de marzo de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 129

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 129

Continuación...

Y así ves a esos manipuladores llenos de lujos, posesiones, joyas, y construyendo cosas que Dios nunca les ha dicho.

La generosidad tiene promesas de bien para quienes comprenden su aplicación y es el atender las necesidades de los santos, las viudas, los huérfanos, los enfermos, y la real obra de Dios que es la extensión del reino por aquellos hermanos sencillos a los que el Espíritu ha señalado para que lo hagan y le aseguro que esos magnates del engaño que muestran sus anillos, trajes onerosos y posesiones a diestra y siniestra, no tienen arte ni parte en esto y su lugar de condenación les aguarda.

Ellos buscan cualquier cosa en la biblia que puedan torcer para darle rienda a su avaricia. Por ejemplo, usan el pasaje de Proverbios 11: 24 y 25 para decir que el que da mucho, recibirá más de lo que dio, pero lo interesante y sobre todo diabólico es que fuerzan a la biblia diciendo que está hablando aquí de dinero específicamente, y dinero que quedará con ellos. ¡Sorprendente!

No hay nada aquí referente al dinero sino al tema de repartir como lo define claramente y esto tiene todo que ver con alimentos. Dios definió en sus mandamientos que el pueblo de Israel debía atender las necesidades de los pobres, las viudas, los huérfanos, los enfermos y hasta los extranjeros aportando por medio de las ofrendas, primicias y diezmos para que ellos también comieran de allí. En épocas de cosechas, debían dejarlos entrar detrás de los segadores a recoger lo que ellos iban dejando y esto era la forma en que se alimentarían (léalo en la Palabra). Así que tanto ofrendas como frutos de la tierra (cosechas) era los que se presentaba a Dios. Inclusive animales para los sacrificios en que ciertas partes de las carnes ofrecidas, serían para el consumo de los sacerdotes además de lo que se traía de las cosechas. Muy poco era dinero realmente.

Esa dinámica de repartición es de lo que trata el pasaje y es igualmente una exhortación a que los que tenían tierras y ganado no fueran avaros para no empobrecerse.     

Continuará…


domingo, 9 de marzo de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 128

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 128

Continuación...

Mateo 6: 38 dice textualmente: “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.” 

Este pasaje ha sido tomado por los defensores de la prosperidad como una prueba fehaciente de que Dios promete devolver más del recurso que se dé, pero un momento, ¿es acaso eso lo que dice el pasaje?

De nuevo aplicarlo de esa forma, es sacar de contexto el versículo; la razón es porque no viene hablando de dinero por ninguna parte. Tampoco de propiedades o bienes. Más bien se trata de un tema de juicio. Nadie te dirá que conforme juzgues o de la manera que trates a los demás, serás tratado también. Eso ya no le gusta a los que buscan dinero.

Pero ese es el sentido de las palabras de Cristo el Señor allí. Y si lo vemos bien, se agrega a lo que recibiremos en ese trato de juicio para con otros, aún más. ¡Muy serio ¿no?! 

Entonces no hay lugar para torcer las Escrituras.

Versículos en 2° de Corintios 9, a muchos los tienen engañados sobre las supuestas leyes de la siembra y la cosecha, todo dentro de la retórica que usan muchos falsos maestros de la prosperidad de que si das mucho para la obra de Dios (y esa obra es engrosar billeteras y construir imperios) entonces te aseguras ser rico.

¡¡Qué diabólico y manipulado propósito de esos engañadores!!

Todo el capítulo 9 de 2° Corintios e inclusive el capítulo 8, habla de las ofrendas para los santos necesitados, nunca para nada de lo que ellos te dicen.

Pero las multitudes ignorantes les creen y se tragan todas sus mentiras. ¡¡Qué santificada maldición!!

Continuará…


domingo, 2 de marzo de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 127

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 127

Continuación...

Y con sus diezmos y recursos esos feligreses sostienen un aparato religioso, un sistema que ya tiene 1700 años de existencia.

Ahora, no todos los pastores son iguales… (debo aclarar). Muchos sirven en el Sistema sin manipular las cosas para sus propios beneficios económicos, pero lamentablemente son los menos.

No existe en la biblia promesa tal de riquezas a cambio del dar, de parte de Dios para nadie. Lo que ha habido es una descomunal manipulación de las Escrituras y toneladas de goma adhesiva para lograr “bíblicamente” convencer de cosas que ella nunca ha dicho.

Se toman para justificarse de pasajes sobre sembrar y recoger (2° Corintios 9: 6 y 7) o el Salmo 1: 3 que habla del árbol plantado junto a corrientes de aguas, por supuesto mal aplicados, porque no habla por ninguna parte de un intercambio de valores como si se tratara de una operación bursátil.

Dios no necesita su dinero. El es dueño de todo porque es el Creador. Tampoco hay forma de chantajearlo de modo alguno para que Él le conceda riquezas. ¡Sépalo de una vez y por todas!

Si usted se prepara académicamente, si se esfuerza en su trabajo, si es ordenado y honesto consigo mismo y si toma buenas decisiones, es bastante probable que haga riquezas, pero eso es una ley para cualquier hombre y no necesariamente para cristianos diezmadores. 

Nada tiene que ver si conoce a Dios o no, aunque la biblia diga que Dios da el poder para hacer las riquezas, pero le aseguro que está más relacionado con la inteligencia que con algo místico.

Dios no está interesado en convertir a nadie en un magnate del dinero a cambio de su obediencia a Él.

Continuará…