Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 127
Continuación...
Y con sus diezmos y recursos esos feligreses sostienen un aparato religioso, un sistema que ya tiene 1700 años de existencia.
Ahora, no todos los pastores son iguales… (debo aclarar). Muchos sirven en el Sistema sin manipular las cosas para sus propios beneficios económicos, pero lamentablemente son los menos.
No existe en la biblia promesa tal de riquezas a cambio del dar, de parte de Dios para nadie. Lo que ha habido es una descomunal manipulación de las Escrituras y toneladas de goma adhesiva para lograr “bíblicamente” convencer de cosas que ella nunca ha dicho.
Se toman para justificarse de pasajes sobre sembrar y recoger (2° Corintios 9: 6 y 7) o el Salmo 1: 3 que habla del árbol plantado junto a corrientes de aguas, por supuesto mal aplicados, porque no habla por ninguna parte de un intercambio de valores como si se tratara de una operación bursátil.
Dios no necesita su dinero. El es dueño de todo porque es el Creador. Tampoco hay forma de chantajearlo de modo alguno para que Él le conceda riquezas. ¡Sépalo de una vez y por todas!
Si usted se prepara académicamente, si se esfuerza en su trabajo, si es ordenado y honesto consigo mismo y si toma buenas decisiones, es bastante probable que haga riquezas, pero eso es una ley para cualquier hombre y no necesariamente para cristianos diezmadores.
Nada tiene que ver si conoce a Dios o no, aunque la biblia diga que Dios da el poder para hacer las riquezas, pero le aseguro que está más relacionado con la inteligencia que con algo místico.
Dios no está interesado en convertir a nadie en un magnate del dinero a cambio de su obediencia a Él.
Continuará…