domingo, 23 de marzo de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 130

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 130

Continuación...

Debemos entender que el dinero como tal no es malo, es un medio como muchos otros, pero la Palabra aclara que el amor al él es lo que hace daño. Sin embargo, muchos líderes están enamorados de las riquezas, huyen de la necesidad como si fuera una maldición del diablo y solo desean la comodidad. Mantener sus billeteras al máximo a costa de los creyentes para darse todos los gustos y lujos que su corazón les pida.

Para ellos eso es la bendición, más la biblia no dice por ninguna parte que el carecer de bienes sea maldición, sino situaciones que muchas veces debemos afrontar para conocer en carne propia la provisión de Dios. Cristo mismo el Señor tomó la condición de hombre dejando lo sublime de su Gloria y eso representaba aún experimentar la necesidad. Eso no le significó pecado ni maldición porque la vida abundante estaba en él. Contaba con las riquezas de Dios en este mundo en todo momento de su experiencia terrenal aún en la necesidad.

La verdad, tener dinero no quiere decir estar exento de necesidad. El dinero tan solo aporta para lo material, pero es inútil para lo realmente valioso.

Aquí es donde se pierden muchos pensando en el dinero como quien le resuelve todos sus problemas. Allí es donde se cree a la mentira del diablo y se doblan las rodillas ante el dios de las riquezas. Entonces se cae en el pecado de la avaricia y la idolatría.

Pablo es otro ejemplo de que la necesidad no es satánica, y la afrontó aferrado a Dios.

Dios usa la necesidad para glorificarse en nosotros mostrándonos sus riquezas. Dios usa la debilidad e incomodidades que podamos tener para perfeccionar su Poder en nosotros.

No hay que reprenderlas, hay que pasar continuamente por ellas para conocer y experimentar la confianza en Él. Solo así crecemos. Solo así maduramos. En medio de las necesidades vemos su Gracia, sus milagros, su Presencia. Nos rendimos a Él. Nuestro espíritu es enriquecido.

Continuará…