Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 129
Continuación...
Y así ves a esos manipuladores llenos de lujos, posesiones, joyas, y construyendo cosas que Dios nunca les ha dicho.
La generosidad tiene promesas de bien para quienes comprenden su aplicación y es el atender las necesidades de los santos, las viudas, los huérfanos, los enfermos, y la real obra de Dios que es la extensión del reino por aquellos hermanos sencillos a los que el Espíritu ha señalado para que lo hagan y le aseguro que esos magnates del engaño que muestran sus anillos, trajes onerosos y posesiones a diestra y siniestra, no tienen arte ni parte en esto y su lugar de condenación les aguarda.
Ellos buscan cualquier cosa en la biblia que puedan torcer para darle rienda a su avaricia. Por ejemplo, usan el pasaje de Proverbios 11: 24 y 25 para decir que el que da mucho, recibirá más de lo que dio, pero lo interesante y sobre todo diabólico es que fuerzan a la biblia diciendo que está hablando aquí de dinero específicamente, y dinero que quedará con ellos. ¡Sorprendente!
No hay nada aquí referente al dinero sino al tema de repartir como lo define claramente y esto tiene todo que ver con alimentos. Dios definió en sus mandamientos que el pueblo de Israel debía atender las necesidades de los pobres, las viudas, los huérfanos, los enfermos y hasta los extranjeros aportando por medio de las ofrendas, primicias y diezmos para que ellos también comieran de allí. En épocas de cosechas, debían dejarlos entrar detrás de los segadores a recoger lo que ellos iban dejando y esto era la forma en que se alimentarían (léalo en la Palabra). Así que tanto ofrendas como frutos de la tierra (cosechas) era los que se presentaba a Dios. Inclusive animales para los sacrificios en que ciertas partes de las carnes ofrecidas, serían para el consumo de los sacerdotes además de lo que se traía de las cosechas. Muy poco era dinero realmente.
Esa dinámica de repartición es de lo que trata el pasaje y es igualmente una exhortación a que los que tenían tierras y ganado no fueran avaros para no empobrecerse.
Continuará…