Ya que Dios no
nos hizo Robots... (8° Parte)
Escrito Autóctono
Continuación…
Si
comparo esa manera de ser Dios con cómo somos y actuamos nosotros, me doy
cuenta todavía más de lo Justo que ha sido.
Piense
por un momento: creamos máquinas para que hagan exactamente lo que queramos; si
no funcionan como queremos las destruimos. Porque o hacen aquello para lo que
las creamos o las acabamos. Eso hacemos y punto. No permitimos que nos fallen
en la función con que las hemos diseñado. Deben de funcionar perfectamente siempre
como queremos, de lo contrario investigamos dónde está la falla hasta que
cumplan a cabalidad con nuestro deseo. Si no es posible, las retiramos
(desechamos); no nos interesan.
¡Pero
Dios no nos hizo a nosotros así! ¡Eso lo haría Tirano y Él no lo es!
Si
fuéramos dioses, imagine como andaría nuestra creación. Sería “perfecta” por
obligación o mejor dicho por la imposición que le asiste a su creador. Jamás
habría lugar para el amor porque este opera en libertad y también por decisión
y los robots programados no pueden amar ni decidir por sí mismos. No podrían
tener jamás la capacidad de amar porque entonces dejarían de ser robots.
Imagine
además: ¿qué haría usted con una máquina que ha creado con la capacidad de responderle
verbalmente y de pronto, sin razón alguna, ella comienza a ofender y decir toda clase de improperios y maldiciones en su contra? No creo que la dejaría ir
libre por allí poniéndolo en mal sin ninguna base. Rápidamente la desmantelaría, la desconectaría
o la destruiría permanentemente. Usted sencillamente no permitiría tal cosa ni se
complicaría.
Todo
esto me hace comprender que Dios al crearnos nos amó… ¡de verdad!…, nos amó por
la forma en que nos hizo; pero también quiso recibir amor genuino, nada
mecánico y por eso nos “liberó” de su cobijo con el fin de que fuésemos
perfeccionados al desobedecerle.
Y
Dios que es amor no nos podría haber creado de otra forma. Nos dio la
posibilidad de amar y decidir estar con Él por amor, nunca por obligación ni
mucho menos por imposición.
Continuará…