Lo concerniente a
la Vida (4°Parte)
Escrito Autóctono
Continuación…
La Presencia del
Espíritu Santo en nosotros pretendía llevarnos hacia la Vida siendo que Él es
la Vida porque en realidad solo adquiriríamos conocimiento con toda la
información disponible para conocer la Verdad, pero la finalidad de Dios era y
es desde siempre hacernos vivir en este mundo por su Vida, no por la nuestra.
Eso acababa de tajo
con cualquier intensión religiosa, cualquier buena costumbre que aprendiéramos
porque la verdad somos especialistas en copiar comportamientos y hacerlos un
altar en nuestra vida y hasta adorarlas. Pero eso debe de ser derribado, debe
ser extinto en nosotros; no podemos conocerle presencial ni experimentalmente
con eso porque seguirán representando nuestros esfuerzos. El que tiene a Cristo
tiene la Vida, porque Él es la Vida.
A Saulo le
correspondió una fuerte visión en el camino a Damasco que transformó su vida. La
vida que llevaba fue impactada allí y le configuró la existencia, pero eso
aunque fue sobrenaturalmente muy fuerte en su vida (de hecho la cambio diametralmente),
no produjo al Pablo que conocemos el cual no estaba ni siquiera a la vuelta de
la esquina. Tuvo que obtener a Cristo confesando sus pecados y luego
bautizarse. El proceso había comenzado en Él. No recibió un ministerio todavía,
solo sabía que lo recibiría. Fue a Damasco a otra cosa, ya no a asolar la
iglesia sino a compartir su testimonio para con inconversos y creyentes.
Mientras aprendía las características de esta nueva vida y vida de iglesia,
ésta todavía no se había manifestado plenamente en él. Fue a Arabia a lugares
desiertos en donde muy probablemente tuviera la experiencia de ser llevado al
tercer cielo en que recibió la revelación de Cristo, su cruz y su iglesia. Es
aquí en que ya es habilitado. Comprendió el misterio del evangelio y su poder.
Ahora era un creyente completo y auténtico. Sin embargo no corrió hacia el
llamado, lo esperó y este vino en el tiempo de Dios.
La Vida de Dios
hace que todo afán inclusive de servirle a Dios pierda interés porque de nuevo
somos nosotros y no Él quien nos lleva al momento justo.
Luego de volver y
estar en Damasco como 3 años, y por motivo al peligro que corría su vida por
sus nuevos enemigos (antiguos compañeros), fue a Jerusalén a verse con Pedro unos
días pero también por los enemigos allí se fue a las regiones de Cilicia
(Tarso) a donde Bernabé su amigo creyente fue a buscarlo para traerlo a
Antioquía de Siria donde estuvo 14 años desarrollándose en vida de iglesia,
aprendiendo mucho y también enseñando, sirviendo entre los hermanos hasta que
Dios lo llamó.
Continuará…