La Voluntad de Dios para mi vida (11°
Parte)
Escrito autóctono
Continuación…
Entonces, la Voluntad de Dios en este mundo
no depende de lo que quieran los hombres; por supuesto que no. Veo en la
Palabra que la Voluntad Dios es un hecho tanto en el cielo como en la tierra. Su
designio es inalterable. Su Voluntad continúa fluyendo hacia su objetivo desde
la eternidad y hasta la eternidad y los hombres no pueden cambiarla. No le
quepa duda que en el cielo se hace la Voluntad de Dios y aquí en la tierra
sucede lo mismo independientemente de lo que los hombres piensen o crean que
pueden controlar o tener en sus manos para decidir.
Observe lo que dice en Daniel 4: 35 “Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él
hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la
tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?”. Estas son las Palabras de un rey que recuperó la razón luego de que fuera
humillado por adjudicarse la gloria de sus hechos y no reconocer la Majestad de
Dios. Es la primera y más fuerte revelación que recibe su entendimiento luego
de volver en sí.
Pero ¿qué significa la oración de Cristo? Lo que expresa es que por
nuestro bien es necesario que procedamos a reconocer la Voluntad de Dios y la
hagamos. Piense en que la palabra “tierra” mencionada en la oración del Señor,
se puede referir perfectamente a nosotros que hemos recibido de Él voluntad
propia y debíamos alinear nuestra voluntad a la de Él. No es descabellado
concluirlo así pues todos sabemos que somos tierra, procedemos de allí.
En los tiempos en que nos encontramos, la
raza humana finalmente posee la tecnología que le da la capacidad de auto
aniquilarse en cuestión de horas, y mucho se habla de que el hombre terminará
destruyéndolo todo y destruyéndose a sí mismo, desolando este planeta y
convirtiéndolo en una enorme bola flotante desfigurada y sin vida en el espacio
sin más ni más. Esa visión catastrófica y para muchos “apocalíptica”, no
sucederá jamás porque la Voluntad de Dios ya establecida desde la eternidad y
hasta la eternidad define claramente lo que le sucederá a este planeta y no por
mano del hombre sino por mano de Él (2ª Pedro 3: 7 y 10-13). Así que el planeta entero arderá como Sodoma
y Gomorra pues será purificada por Dios olvidándose inclusive cómo fue alguna
vez este mundo. (Isaías 65: 17; Apocalipsis 21: 1). No es el hombre acabando
consigo mismo y con su entorno, es Dios acabando todas las cosas tal como su
Voluntad ya lo tiene predefinido.
Continuará…