domingo, 4 de julio de 2021

Conversando con los pecadores 1°Parte

Conversando con los pecadores 1°Parte

Escrito Autóctono


¿Qué sentimiento le mueve en lo más profundo de su ser cuando comparte el evangelio con alguna persona?

Seguro que la misericordia por un alma perdida llena de problemas que podría tener la oportunidad de conocer a su Salvador y tener un propósito en su existencia. ¡Excelente! Que yo sepa nadie evangeliza a un inconverso por compromiso, mucho menos por intereses creados, o porque hay que hacerlo como si fuese una obligación. Si bien es un mandato del Señor, no pesa como ello sino más bien como un acto gozoso de identificación con la necesidad imperiosa que tiene la gente de realmente ser salva aunque no lo sepan. Además sanamente lo hacemos como un privilegio que nos fue dado; ser agentes de cambio para este mundo.

Entonces la motivación es la correcta, pero el cómo llegamos a hacerlo es lo que percibo está un poco desajustado. Y digo “desajustado” porque el comportamiento que he visto en no pocos casos a la hora de compartir el mensaje, me muestra falta de información y muchísimas veces hasta inclemencia. Sí, inclemencia; aunque parezca increíble, lo que es todo lo contrario a la misericordia. Creo que usted como yo somos testigos de eso muchas veces y hasta se nos hizo normal, lamentablemente.

Encima,  mirando como el mundo corre cada vez más en sentido contrario a los preceptos de Dios, hace que nos sintamos menos capaces de poder hablarles de cosas justas a la gente. Hemos llegado a un punto en que sencillamente no estamos preparados para abordar la depravación de las masas porque no sabemos qué decirles y sencillamente terminamos por hacernos de la “vista gorda” sin hacer nada o haciendo en forma juiciosa lo poco que nos atrevemos a hacer como iglesia. Como si no bastara, los inconversos responden con información que a veces no sabemos rebatir como si se tratara de un juego para ganar una discusión.

continuará