domingo, 16 de julio de 2023

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 42° Parte

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. 42° Parte

Continuación…

Creo en la alegría y en expresarla con gozo que puede involucrar mis manos y el mover mi cuerpo siempre para Dios, eso deja por fuera por supuesto el que quiera hacerlo buscando una pareja y hacer algo como lo que hace el mundo, porque no necesito llegar hasta ese punto. Eso sí sería carnalidad. La danza o baile es personal como lo es la alabanza y la adoración.

¿Equipos o “ministerios” de danza, coreografías?...es demasiado; para nada nos van.

 

Veredicto: La danza para Dios no es imprescindible porque no hace de nuestra alabanza o adoración nada más ni nada menos. No es pecado, hay libertad en ella siempre expresada de forma personal e inocente.


17- El sábado o el domingo es el día del Señor

¡¡Qué punto tan importante y tan mal comprendido!! algo que tiene a millones gastándose en priorizar un día por sobre los otros seis. Es tema de debates y divisiones.

Históricamente el sábado fue definido por Dios como un día que por ser el de descanso, se pudiera dedicar a Él teniendo en él el tiempo suficiente para relacionarse con y disfrutar de sus cosas. Nada religioso por ninguna parte. Era el deleitarse en Él y Él en quienes son su pueblo. Disfrutar de conocerle y cumplir con su voluntad. Es lo que leo en Isaías 58: 13. Claro que a los judíos posteriormente se les legalizó.

Sin embargo, si yo debería guardar un día bíblicamente hablando por mandamiento de Dios, ese debería ser el sábado pues el mandamiento existe desde antes de la ley mosaica y para todos los hombres.

Por su parte el domingo llegó a ser para muchos pueblos fuera del judío el día libre de trabajo y por lo tanto sería su día dedicado si se trata de darle al Señor el día en que se tuviese mayor disponibilidad de tiempo sin ocuparse de otros menesteres. Los creyentes posteriores a la cruz en que primeramente estaban los judíos y luego se unieron los gentiles, tenían como práctica celebrar el primer día de la semana (que es domingo), su cena del Señor (partir el pan) que curiosamente no fue celebrada por Cristo un domingo sino antes de la Pascua que para algunos estudiosos fue un miércoles. Los cristianos lo hacían el primer día de la semana en recordación de la resurrección del Señor y no tanto un día entre semana.

Continuará…