Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 109
Continuación
En realidad, se cumplió aquello de: “en río revuelto ganancia de pescadores”. Por supuesto que hubo conversiones genuinas entre los cientos y miles de llamados en esas condiciones y que realizaron los pasos tal como se los propusieron.
Más si en el caso de cualquiera en que la fe no fue el detonante que le llevara a arrepentirse de verdad, nada pasó entonces.
Lo que no podemos negar y es una verdad totalmente avalada por la Escritura, es que ser hijo de Dios no depende de nosotros, ni depende de nada que hagamos solo porque nos dicen que lo hagamos; depende entera y expresamente de Dios, de lo que Él quiere y hace.
Sinceramente nadie puede producirle hijos a Dios con llevar a los oyentes a que cumplan unos pasos porque así lo ha hecho toda la vida, porque así lo hicieron con él, porque así le enseñaron a los que se lo dijeron. Más nadie medita en eso.
Nos hemos preguntado: “…y Dios, ¿Qué dice acerca de estos que les traemos como sus nuevos hijos?” (por favor vaya al capítulo 2 de esta serie -domingo 9 de octubre de 2022-, para ver más sobre esto)
Debemos tener cuidado de no ser promotores de una tradición de engaño a las personas y engañarnos a nosotros mismos pensando que ya cumplimos con la Voluntad de Dios.
Si vemos en la Palabra, nunca hubo pasos de nada en evangelización, ni las tales oraciones de aceptación de Cristo llamadas oraciones penitentes o del pecador, ni la tal cultura evangélica con todas sus liturgias que debían cumplir los conversos. Tan solo gentes que oyeron el mensaje, entre ellos aquellos que estaban ordenados para salvación que creyeron lo que se les compartió respecto al mensaje de Dios y hasta allí.
Continuará…