domingo, 24 de agosto de 2025

¿Se trata entonces de satanizar un local? Parte 2

¿Se trata entonces de satanizar un local? Parte 2

Continuación…

Si usted no conoce la diferencia que representó la obra de la cruz respecto al sitio de adoración, seguirá enfrascado en una pugna sin razón. También le ampliaré adelante.

No es el local sino la disposición de los corazones lo que determina lo que Dios en su sola voluntad puede y desea hacer con las personas. Por favor comprenda que ni una casa, ni un local es nada. Dios trata con los corazones. Su obra es efectiva en cualquier lugar, inclusive hasta en una plaza, la calle o el sitio que sea. Su Autoridad es total y completa en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra nos señala la Escritura. Por lo tanto, no debemos enfrascar a Dios en un sitio y ya.

Para ser parte de una reunión de dos o más, el Señor ni se refirió al lugar o sitio en que se debía estar, solo puso como condición estar reunidos en su nombre (Mateo 18: 20). 

El problema básico e importante que ocurre con el local físico radica definitivamente en la percepción que las personas tienen acerca de él sea este un edificio o inclusive una casa. Aquello que se han tragado según les dicen sus disque líderes que estos sitios son, con el fin de manipularlos religiosa y hasta malévolamente.

Ninguna estructura física grande o pequeña es sagrada. Ninguna merece la consideración o el respeto más allá del sano comportamiento que debemos tener en cualquier sitio en que nos encontremos por un tema de buenas costumbres y el orden propios que debe imperar como la normalidad; más no por el sitio, sino por quienes debemos ser.

Hasta las mismas autoridades terrenales cuidan que en la calle misma nadie tenga comportamientos impropios y no compatibles con la decencia, las buenas costumbres y la moralidad. Y eso no tiene nada que ver con algo religioso valga decir.

Continuará…