domingo, 31 de mayo de 2020

¿Qué es la iglesia que está en la casa? 6° Parte


¿Qué es la iglesia que está en la casa? 6° Parte
Escrito Autóctono

Continuación…

9-     La iglesia que está en la casa no es un teatro o simulacro dentro de la iglesia tradicional.
Quizá alguien quiera aplicar los conceptos y directrices de cómo funciona la casa del Señor en la forma tradicional de iglesia que conocemos. Nada más disfuncional y desencajante. Por ninguna parte los lineamientos de la Palabra son factibles en un ambiente humano proporcionado por los hombres. Todo lo que haremos será obtener un asunto plástico, artificial, inútil para la vida -es decir muerto-. Las cosas referentes a Dios no se pueden copiar. Claramente la clonación no es la idea en la casa de Dios. No se trata de que hayan muchos individuos iguales sino muchos individuos diferentes pero bien coordinados entre sí, así como el cuerpo humano. No es mi genética la que debe duplicarse, sino la genética de Cristo la que debe imperar. Aquí es donde célula no encaja tampoco como concepto de la iglesia que está en la casa. En el plano natural, una célula no es muy diferente de otra; biológicamente están constituidas iguales porque se reproducen por duplicación, pero Dios plantea que su pueblo crezca porque él añade. No consiste en duplicar estrategias y fórmulas, consiste en que emerjan dentro del concepto espiritual porque lo que es nacido del espíritu, espíritu es (Juan 3: 6). Esto nos deja a los hombres por fuera, literalmente. Sigue siendo un asunto de Dios. Nada hacemos con querer transformar la iglesia tradicional en la iglesia de la Palabra; tenemos necesariamente que nacer del agua y del espíritu para poder acceder a la revelación de Dios en cuanto su iglesia puesto que aún ella está fuera de nuestro entender.

10-     La iglesia que está en la casa no es un movimiento controlado por una institución o denominación humana.
Valga el reafirmar que aunque nos cueste entender que lo espiritual corresponde a lo espiritual así como lo material a lo material, la iglesia que está en la casa es un asunto de Dios que se desarrolla bajo sus términos y total dirección. En ello, quienes tenemos el privilegio de haber sido incluidos dentro de su propósito, somos participantes dentro de sus negocios y no los negociadores. Todo opera acorde a las directrices del Señor, bajo su dominio; nunca con las ideas o pensamientos que nosotros creamos tener o bajo nuestros criterios. Por todo eso, la espontaneidad de Dios, su ritmo para hacer las cosas y el crecimiento que Él da son primordiales y únicos en la forma en que la iglesia que está en la casa se desarrolla. Lo grandioso de esto es que sigue teniendo el Señor un trato particular y directo con su pueblo por lo que nada tiene un estándar de funcionalidad más que las que su Palabra determina. Las leyes, los estatutos y los códigos humanos no tienen arte ni parte en lo que Dios ha hecho.

Continuará…