domingo, 1 de junio de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 140

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 140

Continuación...

Si hasta teorías científicas que se aceptaron como verdades absolutas por mucho tiempo como la evolución hoy se ven entredicho por descubrimientos y análisis de más factores que no se trataron cuando se postularon, ¿cómo es posible que nosotros pensemos que no hay más que hablar sobre un tema o al menos no nos demos la oportunidad de considerar los planteamientos que se nos hacen?

Los evangélicos pero principalmente los católicos consideran indudablemente que Jesús es Dios pero, ¿acaso creerlo de otra forma es torcer la Palabra?

Debían de meditar que esa creencia fehaciente de que Jesús es Dios, lleva ineludiblemente a tener que aceptar que María es la madre de Dios como se proclama en la religión católica, pero los evangélicos jamás lo aceptarán. Es una consecuencia lógica.

Así mismo si Jesús es Dios, entonces él es hijo de sí mismo lo cual es una conclusión aberrante.

Al final se hace una maraña doctrinal que nadie entiende y se cree en lo que se cree a ciegas. Pero la Palabra de Dios nunca pretende tal cosa.

Permítame presentarle mi argumento y después quédese con el criterio que desee.

Lo primero que debemos comprender y es vital, es centrarnos en lo que sucedió en la eternidad pasada y definiría la voluntad eterna de Dios el Padre respecto a una raza que aún no había creado.

Dios inmola (sacrifica) desde la fundación del mundo al Cordero según nos dice la Escritura, y lo hace para proveer solución a un problema que todavía no existe. El pecado de la humanidad. Pero desde allí, aquel que desde la eternidad se dispondría para que en el futuro llegase a ser Emanuel (Dios con nosotros), Yeshúa (Jesús), Cristo (el ungido) y el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, no se conocería con ninguno de esos nombres en la eternidad pasada, sino solo como el Verbo. Es lo dicho por Juan el evangelista desde el inicio mismo de su evangelio. 

Continuará… 


domingo, 25 de mayo de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 139

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 139

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40- Jesús es Dios

Pero, ¿hay alguna duda respecto a ello o alguna doctrina extraña que se haya colado que necesitemos indagar?

Este es un tema ciertamente escabroso, porque de primera mano hay una posición generalizada que, aunque no se quiera aceptar, proviene de la tradición religiosa, no de la biblia.

Increíble, pero a dos mil años de que Jesús el Señor estuvo entre nosotros, parece que todavía no se termina de comprender. Esto representó una pugna histórica que tuvo lugar en el primer concilio de Nicea (Concilio de obispos de diferentes regiones de la supuesta iglesia del Señor) en el año 325 de nuestra era, hace más de 1600 años. Eran los comienzos de la iglesia unida al Estado promovida por el Emperador Constantino.

Sin embargo, no tomo parte de ninguna de las dos posiciones que allí se discutían pues ambas me parecen erradas.

Con todo, hablarlo hoy parece ser hasta prohibido y se le da cierto carácter herético si se cree diferente pues muchos piensan que son mayoría y mantienen una posición que es incuestionable.

¿Y cual es esa posición incuestionable?

Pues que Jesús es Dios sí o sí y no hay otra forma de entenderlo.

Muchos creen que debatirlo es restarle autoridad a la bendita persona del Señor y faltarle el respeto, pero creo que se lo toman demasiado a pecho sin permitirse el análisis sano. ¿Oh es que pensamos que ya todo se habló respecto al tema como para dedicarle tiempo a volver a escudriñarlo?

Continuará…


domingo, 18 de mayo de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 138

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 138

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Si no logramos hallar nuestro lugar en el propósito perfecto de Dios, nuestro vivir en Cristo no ha cumplido la razón de nuestro paso por este mundo.

No podemos vivir en este mundo desinteresados mientras muchos se pierden o pasan necesidad y estar como si nada.

Si el ayuno no produce ardor en nuestro corazón y un anhelo por hacer la voluntad de Dios, estamos aguantando hambre.

Jesús decía que mientras se encontraba entre nosotros como novio, no ocuparíamos ayunar porque le teníamos (y podíamos escucharle claramente hablándonos la voluntad de Dios). Pero cuando fuere quitado entonces nos sería necesario ayunar, (esto es que necesitaríamos tener una herramienta para clarificar esa voluntad del Padre en nosotros y proceder hacia algo concreto).

El ayuno nos ubica en las obras correctas, pero en las obras que Dios preparó para que anduviésemos en ellas y no en las que nosotros pensamos o nos pasamos la vida queriendo hacer para Dios, pero lejos de lo que realmente Él quiere que hagamos. Es humillarnos y hasta arrepentirnos por estar ocupando nuestro tiempo en lo que no es la voluntad de Dios.

Y otra cosa, el ayuno es privado. Nadie debería enterarse cuando ayunamos por como muchos que demudan su rostro para mostrar que ayunan convirtiéndolos en unos hipócritas y anulando de plano el objetivo del ayuno. Mateo 6: 16-18.

Y como ya compartimos, ayunar provee valentía, valentía para hacer lo que Dios dice y desea a pesar de las consecuencias que eso podría tener, en medio de un mundo religioso que inclusive nada quiere con Él.

 

Veredicto: Ayunar, sí, pero para lo que la Palabra enseña, sin religiosidad, sin misticismos, sin intereses creados. Ayunar dentro del propósito del Señor para alcanzar sus propósitos

 

Continuará…



domingo, 11 de mayo de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 137

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 137

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Los israelitas buscaban su propio gusto en el día del ayuno, (verso 3) es decir, iban tras lo que era su interés y no el de Dios. Dios les reclama esto y como oprimían a sus trabajadores. ¡Vaya contrariedad!

Si seguimos leyendo, lo hacían más para ser vistos, que los demás miraran cómo se humillaban. Completamente plástico. (verso 5)

En el verso 6 el Señor les dice qué es lo que Él quiere: “¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?” Nótese que es un tema de aplicarse en la justicia, la libertad y la misericordia para con los demás.

Y hay más,

Verso 7: “¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?”

El ayuno del Señor tiene que ver en cómo atendemos a los necesitados más que en pasar hambre y que vean que somos muy entregados a Dios.  

De nuevo no se trata de buscar poder para ser un cristiano portentoso que haga maravillas, o que los demonios teman y huyan… (eso te lo vende la religión), sino que hagas la obra que a Dios le interesa que tiene todo que ver con cómo se encuentra tu prójimo y tu hermano y no te quedes de brazos cruzados; ¡que hagas algo!

Ayunar necesariamente requiere nuestra humillación porque nos cuesta mucho ver y comprender el deseo del corazón de Dios en medio de un mundo tan injusto y atestado de cosas que llaman mucho la atención, nos satisfacen y ocupan nuestro tiempo. Todos buscan su propio bienestar y placer y entre todo, los demás desaparecen. Necesitamos ser ubicados, porque tanto no nos deja ver el camino. Para eso sirve el ayuno.

Continuará…


domingo, 4 de mayo de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 136

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 136

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El ayuno genuino nos ayuda a humillarnos ante el Señor porque necesitamos estar centrados en lo que Él desea, por encima de lo que nosotros deseamos.

El caso de Nínive cuando se humilló ante Dios frente al anuncio de destrucción que se les avecinaba, ayunaron todos desde el mismo rey hasta el más simple incluyendo hasta los animales y eso alcanzó a satisfacer a Dios. Les llevó a estar justo en lo que Dios pretendía de ellos: su arrepentimiento.

Y es que arrepentimiento es algo de valientes porque no nos gusta reconocer nuestras faltas y que hemos faltado a un Dios que es Santo, rompiendo sus mandamientos en nuestro vivir. Nuestro corazón es engañoso, gustoso de creer que estamos bien, que no somos pecadores y no necesitamos pedir perdón por nuestros pecados que son constantes. Eso realmente es peligroso porque nos hace soberbios. Requerimos del ayuno para derribar nuestra altivez toda vez que nos sentimos santos y pulcros mirando a los demás por encima del hombro. La santidad verdadera no nos lleva a una actitud tal sino a una humildad misericordiosa para con los demás.

A Moisés, su ayuno de 40 días en el desierto lo afinó poniéndolo en la ruta de la perfecta voluntad de Dios que lo preparó para ser el vaso que Dios utilizaría para liberar a su pueblo de la esclavitud en Egipto 40 años después. Eso le llevó a poner abajo su humanidad, su propio conocimiento que era mucho, sus propias fuerzas y hasta sus propios logros que en Egipto podrían haber sido muchos. Lo hizo tocar fondo, llevarlo a cero para formarlo desde allí en el propósito del Padre.

Si leemos en Isaías 58, el maravilloso pasaje del ayuno del Señor está tan claro como el agua su intención y nada tiene que ver con buscar asuntos personales, todo está definido en centrarse en lo que Dios quiere.

Veámoslo.

Continuará…


domingo, 27 de abril de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 135

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 135

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Pablo decía que muchas de estas cosas, obviando claro está aquellas que son más bien prácticas ocultistas y diabólicas, tienen cierto valor más son inútiles ante los apetitos de la carne.

Seamos sinceros… nada de eso nos ayudaba en nuestros reales problemas.

Podíamos acallarlos, pero no se desvanecían. Permanecían allí y salían a relucir en cualquier momento. Todo ello era nuestro esfuerzo por mantenernos santos. ¡Qué pésimo! Todo ello era nuestro esfuerzo por estar bien con Dios. ¡Peor!

Queríamos ser fuertes, pero seguíamos siendo débiles.

Nadie nos dijo que debíamos descansar en la fe de la obra portentosa de Cristo que ya había vencido por nosotros todas nuestras peores luchas. Asegurarnos de mantenernos en la fe en Él y no en lo que nosotros pensábamos que debíamos hacer por sostener nuestra santidad porque en realidad no podemos hacer nada allí.

La gente ayunaba para tener poder, para lograr vencer a sus demonios, para acceder a las visiones de Dios, para subir su estatus espiritual, para agradar a Dios según ellos. Todos deseos de superación personal o de empoderamiento humano, pero nada de eso está en la Palabra.

El ayuno nos ayuda para aclarar nuestra visión y tener la valentía de hacer lo que es la voluntad de Dios. No hay nada de poder para vencer demonios. Se trata de estar centrado en lo que Dios desea.

Cristo después de su ayuno de 40 días en el desierto estaba fortalecido en la Palabra y el propósito de Dios. En el mismo centro de la voluntad de su Padre. La reina Ester pidió al pueblo que ayunara previo a entrar a la presencia del Rey en un acto que podía costarle la vida. Sabía del peligro, pero quería hacerlo en el tiempo justo de Dios y su propósito de liberarles del malvado decreto de Amán.

Continuará…


domingo, 20 de abril de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 134

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 134

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Así que noches de alabanza y adoración, de clamor, oración y hasta liberación, representan un buen recuerdo que no tenían nada de malo, pero no alcanzábamos a comprender en realidad la certeza de estar vigilantes al modo de la Palabra en todo tiempo lo que es mejor. Nada debe suplantar esto último.

 

Veredicto: Si usted quiere dedicar noches al Señor, hágalo tanto como quiera y pueda hacerlo, solo o con otros, ¡es delicioso sin duda!, pero no lo haga desde la religiosidad sino por la maravilla de estar con Él como a cualquier hora y adorarle en espíritu y verdad en ese tiempo de quietud, más sepa que la vigilia que cuenta para el Señor es la descrita que se cumple a toda hora y no aquella necesariamente que muchos creen que es de noche y madrugada.

 

40- El ayuno del Señor

Esta era y posiblemente sigue siendo en muchos casos una práctica que se transformó en otro ícono religioso que debía integrarse a la “vida cristiana”. Al igual que la práctica de pasar noches en vigilia, cristiano que no ayunaba se exponía a muchas tentaciones y no tendría “poder” para afrontarlas.  De nuevo retóricas sin fundamento. Montajes diseñados para mantener a los feligreses ocupados.

Era época de sumar y sumar prácticas que intentaban hacer sentir a las personas que estaban viviendo vidas en santidad para ser cristianos verdaderos.

Pero todo ello no era muy diferente de las prácticas de religiones místicas que le venden a la gente para alcanzar niveles de espiritualidad máximos para relacionarse con las energías del universo y ser seres humanos verdaderamente completos y centrados de mentes abiertas (según creen).

Continuará…


domingo, 13 de abril de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 133

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 133

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Ahora, no está mal que oremos en las noches para nada, de hecho, es un excelente tiempo por la tranquilidad que esa sección del día ofrece. Sea individualmente o acompañado por otros, es de gran provecho.

El salmista hablaba de buscar al Señor de madrugada y realmente es algo que conserva una delicia especial.

Pero de eso a hacer un culto a esas horas, dista mucho del sentido de la Palabra.

Recordemos que las noches en el pueblo y cultura israelita, se divide en 4 vigilias de tres horas cada una que comenzaban a las 6 de la tarde y terminaban a las 6 de mañana del siguiente día (doce horas en total). Luego el día en sí también contendría doce horas desde las 6 de la mañana la primera hora hasta la hora duodécima y última de su día que finalizaba a las 6 de la tarde. 

Estas vigilias también se dividían en vigilias de la noche y vigilias de la mañana. Entonces realizar alguna actividad en cualquiera de ellas era vigilar.

Sin embargo, la Palabra nos habla más en el aspecto de guardar y obedecer lo dicho por el Señor, mantenerse apercibido o despierto (como de día) en la Palabra y la santidad, vigilar los tiempos y las acechanzas del diablo, hacer lo que Dios quiere que hagamos, es decir mantenernos despabilados en la parte espiritual para no ser sorprendidos, más que pasar largas noches sin sueño.

Pablo dice que somos del día, en el sentido mismo de mantenerse despiertos y en obras claras, nada absolutamente de asuntos oscuros. En otra parte dice “andemos como de día” es decir decorosamente, con honestidad y no en carnalidades. No hay en ningún pasaje una literalidad que exprese que la noche sea mala por supuesto aunque muchos utilicen la oscuridad para intentar ocultar sus malas obras.

Continuará…


domingo, 6 de abril de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 132

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 132

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39- Vigilar es hacer oración y adorar a Dios toda la noche (hacer un culto de madrugada).

No sé si hoy se practica, pero hace años, era muy común. El caso es que quedarse un viernes o un sábado después del culto para orar, adorar, y alabar (bajito para no hacer mucha bulla), resultaba en una experiencia que comenzaría a las 10 de la noche normalmente y terminaría a las 5 o 6 de la mañana del siguiente día. No seré mezquino, eran noches de gran bendición pues nos dedicábamos al Señor. Otros a pasar una noche diferente a las otras y si se podía a tertuliar como en todo hay gente. Era la forma si se hacía localmente, pero había super cultos de vigilia multitudinarios en algunas iglesias en el centro de la capital que eran muy concurridas y tremendamente populares. ¡A tiempos aquellos!

Eso mantenía en el fuego a los creyentes que las frecuentaban. Se transformó en toda una cultura.

Por supuesto lograron su propósito de concientizar a toda una generación en la importancia de “velar y orar para no entrar en tentación” como dijo el Señor. Quizá la literalidad de como lo aplicábamos nos mantendría espiritualmente satisfechos pues era como el Señor lo había hecho con sus discípulos la noche de su arresto. Bueno, al menos eso pensábamos y creíamos de todo corazón.

Interesantemente no se ve al Señor ni a nadie antes ni después de aquella singular noche de la pasión en un culto con todas las de la ley como lo practicábamos nosotros. Eso realmente no sucedió así en el primer siglo. Muchas veces los hermanos se quedaban orando por las noches intercediendo a favor de algún apóstol preso como sucedió con Pedro, pero era más clamor e intercesión que otra cosa. O a los apóstoles cantando en la noche al estar presos en una cárcel. Igualmente la noche que Pablo se extendió en su discurso y un joven cayó desde un tercer piso del sitio en que se encontraban y aunque murió de la caída, Pablo lo resucitó y siguió su disertación durante la madrugada.

Continuará…


domingo, 30 de marzo de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 131

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 131

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Es necesario padecer para ser perfeccionado, no hay otro camino.

Dios no nos evita estas cosas porque es lo mejor para nosotros. La fidelidad es el tesoro que se obtiene en medio de la tribulación, no está en otra parte.

Por ello cuando llega el dinero no nos mueve ni nos inmuta. Podemos manejarlo a él y no él a nosotros porque ya sabemos lo valioso no por información sino por experiencia.

Correr hacia las riquezas no es sabio, es verdaderamente un peligro. Curte nuestro corazón. No contamos con la capacidad porque no hemos sido procesados.

Se ha demostrado que los dineros obtenidos de forma abundante de un momento a otro no hacen más que empobrecer a quienes lo obtienen de esa forma porque los enloquece y al faltar, el estado subsiguiente es mucho peor que antes.

Así que sepamos confiar en Dios en todas las cosas, que tenerlo a Él es tenerlo todo, y no tenerlo es ser verdaderamente miserable.

Cuando hay necesidad, Dios usa personas y situaciones para proveer esas necesidades, y aprendemos a ser usados por Él cuando tenemos el recurso. Ese es el sentido bíblicamente hablando de cuando hay dinero.

Acapararlo en ninguna forma es funcional y esclaviza.  De nuevo, el dinero es para usarse y para ponerse a trabajar, porque al guardarse, se pudre. De allí que el poder de las riquezas sanas está más en la inteligencia que en algo místico como ya mencionamos o inclusive espiritualoide. Dios da la inteligencia al que la necesita dice la Palabra.


Veredicto: no crea a las mentiras y no se deje manipular por inescrupulosos que lo ven como mercancía.


Continuará…

domingo, 23 de marzo de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 130

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 130

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Debemos entender que el dinero como tal no es malo, es un medio como muchos otros, pero la Palabra aclara que el amor al él es lo que hace daño. Sin embargo, muchos líderes están enamorados de las riquezas, huyen de la necesidad como si fuera una maldición del diablo y solo desean la comodidad. Mantener sus billeteras al máximo a costa de los creyentes para darse todos los gustos y lujos que su corazón les pida.

Para ellos eso es la bendición, más la biblia no dice por ninguna parte que el carecer de bienes sea maldición, sino situaciones que muchas veces debemos afrontar para conocer en carne propia la provisión de Dios. Cristo mismo el Señor tomó la condición de hombre dejando lo sublime de su Gloria y eso representaba aún experimentar la necesidad. Eso no le significó pecado ni maldición porque la vida abundante estaba en él. Contaba con las riquezas de Dios en este mundo en todo momento de su experiencia terrenal aún en la necesidad.

La verdad, tener dinero no quiere decir estar exento de necesidad. El dinero tan solo aporta para lo material, pero es inútil para lo realmente valioso.

Aquí es donde se pierden muchos pensando en el dinero como quien le resuelve todos sus problemas. Allí es donde se cree a la mentira del diablo y se doblan las rodillas ante el dios de las riquezas. Entonces se cae en el pecado de la avaricia y la idolatría.

Pablo es otro ejemplo de que la necesidad no es satánica, y la afrontó aferrado a Dios.

Dios usa la necesidad para glorificarse en nosotros mostrándonos sus riquezas. Dios usa la debilidad e incomodidades que podamos tener para perfeccionar su Poder en nosotros.

No hay que reprenderlas, hay que pasar continuamente por ellas para conocer y experimentar la confianza en Él. Solo así crecemos. Solo así maduramos. En medio de las necesidades vemos su Gracia, sus milagros, su Presencia. Nos rendimos a Él. Nuestro espíritu es enriquecido.

Continuará…


domingo, 16 de marzo de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 129

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 129

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Y así ves a esos manipuladores llenos de lujos, posesiones, joyas, y construyendo cosas que Dios nunca les ha dicho.

La generosidad tiene promesas de bien para quienes comprenden su aplicación y es el atender las necesidades de los santos, las viudas, los huérfanos, los enfermos, y la real obra de Dios que es la extensión del reino por aquellos hermanos sencillos a los que el Espíritu ha señalado para que lo hagan y le aseguro que esos magnates del engaño que muestran sus anillos, trajes onerosos y posesiones a diestra y siniestra, no tienen arte ni parte en esto y su lugar de condenación les aguarda.

Ellos buscan cualquier cosa en la biblia que puedan torcer para darle rienda a su avaricia. Por ejemplo, usan el pasaje de Proverbios 11: 24 y 25 para decir que el que da mucho, recibirá más de lo que dio, pero lo interesante y sobre todo diabólico es que fuerzan a la biblia diciendo que está hablando aquí de dinero específicamente, y dinero que quedará con ellos. ¡Sorprendente!

No hay nada aquí referente al dinero sino al tema de repartir como lo define claramente y esto tiene todo que ver con alimentos. Dios definió en sus mandamientos que el pueblo de Israel debía atender las necesidades de los pobres, las viudas, los huérfanos, los enfermos y hasta los extranjeros aportando por medio de las ofrendas, primicias y diezmos para que ellos también comieran de allí. En épocas de cosechas, debían dejarlos entrar detrás de los segadores a recoger lo que ellos iban dejando y esto era la forma en que se alimentarían (léalo en la Palabra). Así que tanto ofrendas como frutos de la tierra (cosechas) era los que se presentaba a Dios. Inclusive animales para los sacrificios en que ciertas partes de las carnes ofrecidas, serían para el consumo de los sacerdotes además de lo que se traía de las cosechas. Muy poco era dinero realmente.

Esa dinámica de repartición es de lo que trata el pasaje y es igualmente una exhortación a que los que tenían tierras y ganado no fueran avaros para no empobrecerse.     

Continuará…


domingo, 9 de marzo de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 128

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 128

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Mateo 6: 38 dice textualmente: “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.” 

Este pasaje ha sido tomado por los defensores de la prosperidad como una prueba fehaciente de que Dios promete devolver más del recurso que se dé, pero un momento, ¿es acaso eso lo que dice el pasaje?

De nuevo aplicarlo de esa forma, es sacar de contexto el versículo; la razón es porque no viene hablando de dinero por ninguna parte. Tampoco de propiedades o bienes. Más bien se trata de un tema de juicio. Nadie te dirá que conforme juzgues o de la manera que trates a los demás, serás tratado también. Eso ya no le gusta a los que buscan dinero.

Pero ese es el sentido de las palabras de Cristo el Señor allí. Y si lo vemos bien, se agrega a lo que recibiremos en ese trato de juicio para con otros, aún más. ¡Muy serio ¿no?! 

Entonces no hay lugar para torcer las Escrituras.

Versículos en 2° de Corintios 9, a muchos los tienen engañados sobre las supuestas leyes de la siembra y la cosecha, todo dentro de la retórica que usan muchos falsos maestros de la prosperidad de que si das mucho para la obra de Dios (y esa obra es engrosar billeteras y construir imperios) entonces te aseguras ser rico.

¡¡Qué diabólico y manipulado propósito de esos engañadores!!

Todo el capítulo 9 de 2° Corintios e inclusive el capítulo 8, habla de las ofrendas para los santos necesitados, nunca para nada de lo que ellos te dicen.

Pero las multitudes ignorantes les creen y se tragan todas sus mentiras. ¡¡Qué santificada maldición!!

Continuará…


domingo, 2 de marzo de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 127

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 127

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Y con sus diezmos y recursos esos feligreses sostienen un aparato religioso, un sistema que ya tiene 1700 años de existencia.

Ahora, no todos los pastores son iguales… (debo aclarar). Muchos sirven en el Sistema sin manipular las cosas para sus propios beneficios económicos, pero lamentablemente son los menos.

No existe en la biblia promesa tal de riquezas a cambio del dar, de parte de Dios para nadie. Lo que ha habido es una descomunal manipulación de las Escrituras y toneladas de goma adhesiva para lograr “bíblicamente” convencer de cosas que ella nunca ha dicho.

Se toman para justificarse de pasajes sobre sembrar y recoger (2° Corintios 9: 6 y 7) o el Salmo 1: 3 que habla del árbol plantado junto a corrientes de aguas, por supuesto mal aplicados, porque no habla por ninguna parte de un intercambio de valores como si se tratara de una operación bursátil.

Dios no necesita su dinero. El es dueño de todo porque es el Creador. Tampoco hay forma de chantajearlo de modo alguno para que Él le conceda riquezas. ¡Sépalo de una vez y por todas!

Si usted se prepara académicamente, si se esfuerza en su trabajo, si es ordenado y honesto consigo mismo y si toma buenas decisiones, es bastante probable que haga riquezas, pero eso es una ley para cualquier hombre y no necesariamente para cristianos diezmadores. 

Nada tiene que ver si conoce a Dios o no, aunque la biblia diga que Dios da el poder para hacer las riquezas, pero le aseguro que está más relacionado con la inteligencia que con algo místico.

Dios no está interesado en convertir a nadie en un magnate del dinero a cambio de su obediencia a Él.

Continuará…


domingo, 23 de febrero de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 126

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 126

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38- Dar para ser próspero?

¡Por Dios Santo!... ¡¡Cómo se han creado doctrinas falsas y se han hasta vendido como verdaderas, literalmente!!

Son cientos y hasta miles que persisten en esas mentiras y convirtieron al Santo Evangelio en una burda mercadería.

Le hacen creer a los ingenuos que los escuchan y los siguen en que ser cristiano es un verdadero negocio. La avaricia ha carcomido los corazones y las mentes.

No necesito más que convencer a unos tontos de que me den su dinero para que comprueben cuánto “me prospera” Dios y se compromete a hacerlos ricos a ellos.

Recuerdo hace muchos años de un disque líder que en un seminario dijo a otros líderes asistentes que “lo único que él necesitaba era a diez diezmadores para poder vivir. Lo demás era ganancia”. No me lo contaron… yo estaba allí oyendo tal aberración. Así de simple.

No hay necesidad de sacar una calculadora científica para verificarlo. Si diez personas productivas te dan diez de sus cien, al final reunirás cien y tu improductiva vida está resuelta. De hecho, más resuelta que la de ellos porque tienes cien mientras que a ellos les quedó noventa. ¿Te das cuenta?

¿Cómo Dios prospera a esos desdichados diez según sus líderes? Pues predicándole que por ese diez que dieron, Dios les dará ciento por uno, es decir, mil. Increíble.

Por supuesto entre mejor sea la zona en que está ubicada la tal iglesia, mucho más fructífero el ingreso para el líder.

¡Claro!, debes parecer un “siervo de Dios” tener un carisma brutal, don del habla y mucha imaginación para predicarles un montón de fantasías que agraden sus oídos…, todo en nombre de Dios.

Continuará…


domingo, 16 de febrero de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 125

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 125

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Lo que pronunciamos con nuestros labios según la Palabra tiene implicaciones fuertes por ejemplo en el poder de la vida y de la muerte (Proverbios 18: 21) porque podemos producir vida por medio del aliento, consuelo y esperanza en quienes nos oyen o dejar muerte y miseria por la misma vía utilizando la mentira, el chisme, la calumnia o el desánimo; todo lo que el hombre hablare de ello dará cuenta a Dios (Mateo 12: 36); en edificar (Efesios 4: 29; 1° Tes. 5: 11); en bendecir (que concretamente es decir bien) o inclusive en hablar mal o maldecir (Santiago 3: 5-9); juicio (Matero 12: 37).

Eso nos coloca en una posición de gran responsabilidad respecto a cómo utilizamos el don del habla, lo que ya de por sí es bastante serio como para pretender tener además poder sobrenatural como muchos erróneamente creen. Realmente no saben lo que eso significaría. Dios es Sabio.  

Si revisamos en toda la Palabra los términos confesar, declarar, decretar, y otras tan mal usadas y aplicadas por esas doctrinas falsas, ninguna de esas expresiones tiene la intención que ellos quieren darle.

Así que ubíquese en la Palabra y no en las tendencias de gentes que por ganar adeptos para sí se meten en -y de nuevo lo digo- vagabunderías. Personas que ni tienen al Espíritu de Dios y que con sus falsedades arrastran a muchos, amando el dinero y las cosas mundanales.

 

Veredicto: Toda esta práctica errada no aparece en la vida de la iglesia neotestamentaria. No existe, ni nadie interpretó las Escrituras ni las enseñanzas de Jesús concluyéndolas de ese modo. Por lo tanto, forzar la Palabra y querer utilizarla para respaldar esas formas, evidentemente no compagina con el sano proceder de la iglesia de la Palabra. Debemos sacar esa basura de nuestras vidas.

Continuará…

domingo, 9 de febrero de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 124

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 124

Continuación...

Sepa que la repetición de una determinada expresión que suena bonita, al final resulta en una norma psicológica que la gente sigue y hasta defiende a muerte, pero no tanto por su efectividad, porque en realidad eso no produce nada, sino que psicológicamente se produce un falso sentimiento de que todo está bien y no proceden a realizar nada productivo.

Eso es exactamente lo que quiere el diablo: cristianos que se recuesten en una falsa confianza que al final no lleva a nada. En realidad, la situación va de mal en peor. Esa pésima forma más bien proviene del ocultismo y prácticas de religiones hindúes, yoga y demás que tienen fuertes doctrinas basadas en ello para sus seguidores.

Según esas mentiras demoníacas de engaño, las energías universales se alinean a favor de quienes utilizan esos mantras, posiciones del cuerpo, meditación y hasta sonidos para cambiar los estados de ánimo y también las situaciones, más la biblia no establece nada de eso en ninguna parte para quienes son hijos de Dios.

¡Qué cuidado se debe tener que creyendo que se está practicando algo sano se esté más bien jugando un juego totalmente diabólico!

La fe es humilde, ora con temor reverente y acepta la voluntad de Dios como lo más conveniente dando gracias a Dios por ella cualquiera sea esta. Jamás impone ni coacciona a Dios de ninguna forma. No pide exigiendo nada. Ningún profeta, apóstol, o miembro de la iglesia oró jamás de esa forma.

Entonces ya hemos visto que hablar (declarar algo) para producir un efecto sobrenatural, no tiene respaldo bíblico, sin embargo, hablar en ciertas circunstancias para producir un efecto en los oyentes, eso sí tiene fundamento. Pero ojo, están igualmente definidas las circunstancias en que se aplica.  

Continuará…


domingo, 2 de febrero de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 123

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 123

Continuación...

Entonces no hay nada aquí para decir “vamos a atar y desatar como locos”. ¡Sencillo!, no hay que perderse ni interpretar nada más fuera de esa grande y hermosa verdad que está allí y que analizamos. Nadie tiene la autoridad individual de auto atribuirse dicho poder como si fuese especial escogido para tal obra y nadie más.

¿Cómo sabemos que es esa la interpretación correcta y no otra que cualquiera quiera darle?  Pues simplemente veamos la historia de la iglesia allá en Hechos y las cartas apostólicas y seremos testigos del cumplimiento de lo dicho por el Señor. Toda ella funcionó en el poder del anuncio del evangelio a los perdidos y además nadie andaba en ese tiempo atando y desatando a placer cualquier cosa como lo quieren pretender muchos ignorantes hoy.

De nuevo, no hay que sacar pasajes fuera de su contexto. Continuemos.

Otros dicen: “Lo que confiesas recibes”, pero otra vez… ¿Dónde está eso en la biblia?

Lo que la biblia posee referente a confesar es: sobre salvación (“si confesares con tu boca que Jesús es el Señor” …), sobre Cristo (“todo el que me confiese delante de los hombres, entonces yo le confesaré delante de mi Padre” …), sobre los pecados (“eran bautizados confesando sus pecados”; “si confesamos nuestros pecados él es fiel y justo” …), sobre ofensas para con los hermanos (“confesaos vuestras ofensas los unos a los otros”…), pero nada acerca de confesar bendición o prosperidad para lograr cosas materiales. En realidad, eso es avaricia.

Confesar y confesar, declarar, decir y hasta decretar, hace pensar a la persona que está haciendo algo, pero en realidad no está haciendo nada.

Continuará…


domingo, 26 de enero de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 122

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 122

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También usan el pasaje de Mateo 16: 19 referente a atar y desatar …

Nos lleva al momento justo de la declaración de Cristo a Pedro cuando este último le ha dicho al Señor inspirado por Dios que él es El Cristo; esto es: el Ungido de Dios, quien ha sido elegido para dar libertad y Salvación.

Las palabras de Cristo son Autoridad, quien declara de sí mismo ser la Roca maciza sobre la cual será edificada la iglesia que así mismo tendrá la autoridad de derribar las puertas del infierno.

Es a Pedro a quien le da la profecía de algo que todavía no se ha revelado y son los atestados poderosos de esa iglesia la cual le encomendará más adelante para que la apaciente. La declaración de Pedro señala a Cristo quien a su vez es quien tiene la Autoridad de abrir el reino de los cielos a los pueblos y de atar las tinieblas y todo poder del enemigo desatando a los presos que se encuentran cautivos. Ahora Cristo le dice a quien extenderá esa autoridad refiriéndose a la iglesia, no a Pedro necesaria y específicamente, aunque él será beneficiado de ello por también llegar a ser iglesia más adelante.

¡Qué maravilla!, no está hablando en ninguna parte de entregarle unas llaves literales a Pedro que abrirán unos portones en el cielo (risas), ni tampoco de que este hombre fuera fundamento de nada. Tampoco le está dando ínfulas de andar atando y desatando lo primero que se le viniera a la mente ni a él ni a cualquiera como si fuese una licencia individual para hacer y deshacer lo que les venga en gana, sino la iglesia el cuerpo de Cristo ejerciendo el poder del evangelio que es el anuncio de las buenas nuevas de salvación del cual la misma Escritura declara que es Poder de Dios. Ella (la iglesia genuina) es la que continuará el ministerio poderoso de Cristo de anunciar el año de la buena voluntad del Señor (Isaías 61: 1 y 2).

El personaje central del pasaje no es Pedro, es Cristo y quién es Él. El segundo personaje de importancia en el pasaje tampoco es Pedro, sino la iglesia. Pedro es tan solo el vaso a quien el Señor le revela el panorama de lo que vendrá y será en poco tiempo.

Continuará…


domingo, 19 de enero de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 121

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 121

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Tan solo la lectura previa nos pone el escenario de lo que viene tratando que es acerca de la fe, pero no de la sobrenaturalidad de la fe como muchos quisieran porque ni siquiera se habla allí de obras portentosas que esté haciendo alguien, sino de cómo Abraham estando en su condición de no circuncidado creyó a Dios su promesa.

Este ejemplo de su fe en dicha condición alcanza a los creyentes que también creen por la fe sin estar circuncidados por un tema de señal corporal, es decir, sin pertenecer necesariamente a aquel pueblo que se circuncidaba como signo en su carne de que formaban parte de un pueblo receptor de las promesas de Dios y escogido por Él.

Efectivamente, es la fe lo que hace la diferencia en nosotros que no somos judíos y que ahora también nos posibilita ser receptores de las promesas y bendiciones de Dios y pertenecer a un pueblo que Él se ha provisto.

Abraham creyó que Dios le daría descendencia a pesar de ser un anciano de 100 años y cuya esposa 10 años menor que él siendo ya estéril, lograría quedar embarazada según esa promesa.

Así nosotros que sin haber visto con nuestros ojos la muerte y resurrección de Cristo, creemos sin ninguna duda en ello (que Dios lo levantó de los muertos y que es el Señor).

Eso es fe que nos ha dado justificación ante los ojos de Dios y nos ha unido a su pueblo santo.

El pasaje nos recuerda que, así como al padre de la fe le fue contado por justicia creer, así todos los que son de fe. Interesantemente no dice por ninguna parte que él llamara a las cosas que no son como si fuesen, sino que es Dios el que hace eso.

¿Se da cuenta?, nada tiene que ver con super fe ni confesiones de hombres. Nada más claro que la misma Palabra bendita de Dios.

Continuará…


domingo, 12 de enero de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 120

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 120

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He visto a muchos orar y atreverse a decretar cosas como si nada y quedar al final avergonzados. Pero eso no es lo peor. Muchos achacan a Dios la responsabilidad de sus atrevimientos. Pero no es Dios, ha sido la irresponsabilidad e ignorancia de esas personas que hacen quedar mal al evangelio.  

Y no se les quita. Al tiempo siguen engañados consigo mismos y engañando a muchos dándose ínfulas de ser los grandes siervos de Dios, como si fueran la élite de unos pocos.

¡Qué falacia!

Muchos evangélicos se han tragado las mentiras que les han enseñado sin tomarse la molestia de ir a revisar en la Palabra la verdad de las cosas. Ellos creen que sus palabras tienen el poder de cambiar las circunstancias solo por declarar. Por ejemplo, si hay crisis, con sólo confesar bendición entonces la situación cambia como por arte de magia y la crisis desaparece. Dios no prometió eso en ninguna parte, porque la crisis lleva al cristiano a confiar en su Dios y creer en su cuido y fidelidad en medio de ella. Pero eso no quiere decir que la crisis se va. De hecho, Dios usa la crisis para su Gloria y esta forma a cristianos más fuertes y genuinos.

A los defensores de ese movimiento de la mal llamada super fe, los escucharás orando en voz alta y diciéndole a los demás lo primero que se les viene a la mente creyéndose eminencias super espirituales. Piensan que con pronunciar que algo negativo se tornará positivo milagrosamente porque ellos así lo declararon, el asunto está resuelto.

Pero eso no es fe, es ignorancia.

Se acuerpan en aquello de que “hay que llamar las cosas que no son como si fuesen” (Romanos 4: 17) sacando de contexto esa hermosa verdad de la Palabra, pero pésimamente aplicada. Revisémoslo.

Continuará…



domingo, 5 de enero de 2025

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 119

Doctrinas y prácticas evangélicas en el ojo del escrutinio. Parte 119

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Los mismos discípulos del Señor en algún momento pensaron que ellos tenían tal poder de mando y conmover los cielos con su palabra en contra de unos hombres, pero el Señor los ubicó reprendiéndoles con las siguientes palabras: “ustedes no saben de qué espíritu son” (Lucas 9: 54 al 56).

Creo que es la misma situación de muchos hoy. No comprenden primero que no son reyes, que la autoridad en el reino nada tiene que ver con ese deseo insaciable de darse importancia a sí mismos con poderes sobrenaturales y que todos les reconozcan, que el Soberano y Señor es Cristo y nadie fuera de Él.

Algunos quisieran que su sombra sanara a los enfermos como le ocurrió a Pedro, y que pudieran levantar a cualquier muerto, pero lo que están buscando es ser noticia y que las multitudes los sigan y hagan lo que ellos dicen. No saben de qué espíritu son.

Dios puede hacer lo que Él quiera y tiene todo poder de detener el sol, de abrir el mar, de hacer caer fuego sobre la tierra, de calmar la tormenta, de partir una montaña en dos, de resucitar los muertos. Puede hacerlo dónde y cuándo Él quiera porque Él es Dios y lo hará, pero dentro de su propósito y plan. Y por cierto no necesita a ningún vagabundo de esos para hacer su obra.

Nuestro trabajo como pueblo de Dios y cuerpo de Cristo está claramente definido en el Nuevo Testamento y no tenemos que andar metiéndonos en lo que no nos importa ni haciendo o diciendo tonterías jugando de lo que no somos. Seamos serios.

Decretar es ir demasiado lejos y jugar con la ignorancia de las personas siendo nosotros mismos los más ignorantes de todos.

Podemos creer en lo increíble porque Dios es un Dios de increíbles, pero eso no da lugar a que pensemos que Dios va a hacer lo que nosotros digamos, Él hará lo que bien le parezca cuando quiera hacerlo, pero nosotros no debemos andar asumiendo nada solo por mostrar que tenemos una gran fe, lo cual es una mentira.

Continuará…